El anuncio ha sido realizado durante la entrega de bombas pesadas rurales a los ayuntamientos de La Adrada y Sotillo de la Adrada, donde ha confirmado que estos trabajos van “a muy buen ritmo”, tal y como ha podido constatar en el caso del de Sotillo de la Adrada, que se encuentra en torno al 70%.

Mejor irían, según García, las obras del de Arévalo, al 80%, y el de Piedrahíta, que está prácticamente finalizado, aunque en este caso no es de nueva construcción, sino instalado en una nave ya construida.

En el caso del de Cebreros no ha cifrado el momento de construcción, limitándose a señalar que van “a un buen ritmo”, mientras que el de Ramacastañas se encuentra en torno al 50%.

Teniendo en cuenta esta situación, el presidente de la Diputación provincial ha señalado que “una realidad posible es que a lo largo del mes de abril o mayo estén acabadas por completo todas y cada una de las diferentes obras”.

Además, desde el Área de Recursos Humanos “ya se vienen haciendo todos los procedimientos necesarios para cubrir las diferentes plazas para que este servicio sea una realidad lo antes posible para esta provincia”.

Parques de vanguardia

Para Carlos García, este es “el mejor ejemplo de que a la Diputación Provincial le preocupa la seguridad y saber invertir en todos y cada uno de los diferentes medios”, con el objetivo de “garantizar la seguridad en materia de incendios urbanos”, colaborando con las demás administraciones en incendios forestales.

Según ha sostenido, se trata de unos parques comarcales “de vanguardia, que van a dotar de todos y cada uno de los diferentes medios y, lo más importante, también de la comodidad a la hora de la prestación de los servicios para los profesionales que puedan dar ese trabajo y ese servicio”. 

En este sentido, ha agradecido el trabajo de las 10 agrupaciones de bomberos voluntarios de toda la provincia. “Son los primeros en trabajar, son los primeros en responder”, ha apuntado, antes de señalar que su labor es “compatibles” y “totalmente complementaria” con la que realizan los bomberos profesionales, algo que es “bueno para provincias pequeñas como Ávila”.