Lo ha recogido de manos de la alcaldesa barcense, Pilar Araoz, quien ha destacado el “honor” que suponía para ella este acto simbólico, que reivindica desde hace siglos el papel de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad y de la El Barco de Ávila en particular.

En esta ocasión, el traspaso del bastón de mando se ha producido de una mujer a otra, con Santamaría representando a todas las mujeres de la localidad y a las que “han influido y marcado” las vidas de tantas otras.

“Representa a nuestras madres y abuelas, de las que hemos aprendido, pero también a nuestras hijas, las que aprenderán de nosotras, pero en las que también hemos de mirarnos”, ha apuntado la regidora, que se ha referido a las madres y abuelas como “mujeres valientes” en la comarca. “Hoy, más que nunca, debemos mirar por el futuro de las mujeres de nuestro municipio en particular y del medio rural en general”, ha añadido Araoz.

La entrega del bastón de mando ha sido acompañada por la tradicional música de la dulzaina, con piezas interpretadas por el Grupo de Dulzainas Barcenses, que han bailado las mujeres que han participado en el acto, buena parte de ellas ataviadas con el traje tradicional castellano.

Las Amas de Casa han invitado, en colaboración con el Ayuntamiento, a los dulces tradicionales barcenses, perrunillas y mantecados, regados con un vino dulce. 

Al finalizar la degustación, ha tenido lugar una eucaristía en la ermita de San Pedro del Barco, en honor a Santa Águeda. Una vez concluida, las asociadas han celebrado una comida de hermandad y han pasado la tarde con un bingo.