El juicio ha quedado suspendido ante la ausencia de una de las testigos que no ha acudido a declarar y cuyo relato es fundamental, según han considerado las partes. Decisión que ha llegado después de las testificales del acusado, de la víctima, de varios testigos y de algunos peritos durante la vista oral celebrada este miércoles en la Audiencia Provincial de Ávila.

Los hechos ocurrieron una noche a finales del verano de 2020, cuando el acusado quedó con la víctima que entonces residía en el centro de menores y dos amigos de esta, recogiéndolos en su vehículo. Tras comprar cervezas, bebieron y fumaron “porros” en una calle de Ávila, según ha relatado el hombre, quien ha asegurado que sabía que la víctima era menor de edad, pero no que tuviese 15 años, a pesar de conocerla desde pequeña, puesto que llevaba con su tía 14 años. 

Más tarde, los amigos de la víctima se marcharon y el acusado y la víctima se dirigieron a una zona más cercana al centro, donde continuaron bebiendo y hablaron de la situación sentimental de ambos. Ella lo acababa de dejar con su novio y él se estaba separando en esa época de la tía de la víctima. 

Según ha relatado ella, quiso mostrarle su apoyo ante la separación: “nos llevábamos bien, quise demostrarle mi apoyo y decirle que pasara lo que pasara iba a ser mi familia”. Por ello, quedó con él esa noche después de cenar acompañada de sus dos amigos. Tras pasar un rato los cuatro juntos, el acusado le indicó que “se aburría de estar con ellos” y llevó el coche a otro sitio “para estar solos”. 

En ese momento continuaron bebiendo y hablando de la separación, momento en el que el acusado argumenta que solo la abrazó “cordialmente, como familia”. Sin embargo, la víctima asegura que “la agarró la cabeza y la besó”, además de “cogerla la mano” para masturbarle y hacer lo mismo con ella después. “Yo estaba afectada por haber bebido y fumado. Le dije que parara y no paró. Le intenté sujetar las manos, pero a penas tenía fuerza”. 

Conversación por WhatsApp

Aunque el acusado ha negado en todo momento que hubiese ningún contacto sexual, el Ministerio Fiscal le ha preguntado por una de las pruebas aportadas. Una conversación que ambos tuvieron por WhatsApp días después, donde la víctima le confiesa que “no hizo eso porque quisiera hacerlo, sino porque no iba en condiciones”, a lo que el acusado contestó: “Yo tampoco. Me puedes buscar un problema porque eras menor”. Un intercambio de afirmaciones sobre las que el acusado se refería a que “era consciente de que era menor de 18 años y la dio de beber y fumar”, no a que hubiese tenido ningún tipo de contacto sexual con la víctima. 

Argumento que ha mantenido y ratificado a lo largo de todas las preguntas de la fiscalía respecto a esa conversación por WhatsApp, en la que la víctima también esgrime: “precisamente por eso, se puede considerar como abuso”, a lo que él respondió: “Eso de que me aproveché no lo tengo yo tan claro. Tú en ningún momento te negaste”. 

“No se negó a beber y a fumar”, ha respondido el acusado durante la vista este miércoles, negando en todo momento que la conversación girara a que pudiesen haber mantenido contacto sexual. 

“Seguro que no fueron los primeros cuernos que la pusiste a la tía”, le dijo la víctima en un momento de la conversación por WhatsApp. “Cuando pasó lo nuestro, ya me había dejado. “Así que te puedo asegurar que nunca le puse los cuernos”, respondió él. Por lo que la fiscalía ha pedido al acusado que explicara la conversación porque no se entendía la relación de lo expuesto en la conversación con “lo de beber y fumar”.  “Pues es que no lo sé, pero vamos, que lo pone ahí”, ha respondido el hombre. 

"Si piensas que me aproveché de ti, te creo y te pido disculpas”

Además, en un momento determinado de la conversación, el acusado se disculpa con la que fuera su sobrina por lo ocurrido: “si piensas que me aproveché de ti, te creo y te pido disculpas”, pero ha continuado negando durante el juicio que el motivo de sus disculpas fuera por haber mantenido algún tipo de contacto sexual, si no por “aprovecharse de darla de beber y de fumar”. 

El Ministerio Fiscal le ha recriminado sus respuestas porque “todo el rato es lo mismo: por beber y fumar. Lo de los cuernos es por beber y fumar, cuando ‘pasó lo nuestro’ es por beber y fumar, lo de ‘si piensas que me aproveché de ti’ es por beber y fumar…”. “Sí, sí, porque yo no he hecho nada”, ha asegurado el acusado durante el juicio. 

Ante las preguntas de la fiscalía, ha asegurado que la víctima nunca le ha reclamado dinero. Y es que la indemnización, según la tía – y expareja del acusado- y la madre de la víctima sería el motivo por el que la entonces menor le habría denunciado.

"Tenía miedo y no quería romper mi familia”

Dos mujeres que, según la víctima, nunca han creído en su relato. Es más, tras contar a su tía lo sucedido, esta la echó de casa. Además, según han narrado los peritos, la entonces menor era una persona vulnerable, puesto que no contaba con una red de apoyo: “estaba sola”. Y ese sería el motivo por el que ha tardado en denunciar, según ha narrado: “tenía miedo y no quería romper su familia”, además de haber manifestado ante la acusación particular que “tampoco quería que el niño [hijo de su tía y el acusado] creciera sin su padre”. 

Ante las preguntas de la acusación respecto a si ha sacado algún beneficio tras la denuncia, la víctima ha indicado que desde que su tía la echó de casa, pensó que “todo iba a ser de mal en peor”.

Tanto la madre como su tía -hermana de la madre- han argumentado los problemas de conducta de la víctima, que la llevaron a ingresar en el centro de menores. También su tía ha restado credibilidad a la versión de la víctima por la libertad sexual de esta: “la trayectoria que ella tiene, que ha estado con muchísimos chicos y conociéndolos a los dos… No la creo”. 

"Nunca la había tocado”

Por su parte, la madre de la víctima ha manifestado que el acusado la aseguró que “nunca la había tocado”, por lo que “no cree” a su hija y sí al acusado. Por tanto, no “entiende el motivo” de la denuncia, y lo achaca a que la entonces menor quiere “sacar dinero” porque “nunca ha visto ninguna reacción mala del acusado sobre su hija” a pesar de que el que fuera su tío político ha reconocido haber dado de beber y fumar a la menor.  

“Tampoco cuando hemos estado juntos he visto ningún rechazo de ella hacia él”, ha asegurado la mujer, quien no ha sabido precisar a preguntas del juez, si después de los hechos, madre, hija y acusado habían compartido algún momento juntos para observar tales muestras. Para la madre de la víctima, el motivo de la denuncia radica en la indemnización, pues según ella, necesitaba dinero para pagar un alquiler, a pesar de que tanto la mujer como el padre la ayudaban económicamente en lo que podían, según ha reconocido la madre ante las preguntas de la defensa. 

De esta manera, tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular piden 15 años de cárcel para el hombre como autor de un delito de abuso sexual a una menor de 16 años, así como a una indemnización de 10.000 euros. 

Sin embargo, la defensa pide la libre absolución al considerar que no es cierto que los hechos ocurrieran cuando la víctima era menor de 16 años, de la misma forma que tampoco es cierto que ocurrieran los hechos de los que se le acusan, puesto que solo estuvieron bebiendo cervezas y fumando porros. 

Así las cosas y tras más dos horas de vista oral, el juicio ha sido suspendido al no haber comparecido una de las testigos “fundamental” propuesta por las partes.