El tribunal ha dictado sentencia firme en el juicio oral celebrado este miércoles en el que las partes han llegado a un acuerdo, aunque la defensa ha solicitado la suspensión de la pena condicionada a que el condenado no delinca durante tres años y continúe el proceso de deshabituación de su adicción a la cocaína. Un tratamiento que comenzó al día siguiente de su puesta en libertad después de ser detenido. 

Los hechos se remontan a principios de 2023, cuando la Guardia Civil comenzó a sospechar que el acusado podría estar dedicado al tráfico de drogas en la modalidad de menudeo en Arévalo. Tras esto, establecieron una serie de vigilancias, constatando que realizó “algún pase en la calle de la localidad de Arévalo”, según han detallado fuentes del Ministerio Fiscal. 

Las investigaciones dieron lugar a un seguimiento, interceptando al hombre en su viaje de vuelta a Madrid con 211 gramos de cocaína, a pesar de que arrojó por la ventana el paquete envuelto en film transparente. Los agentes pudieron analizar que la sustancia tenía una pureza del 31,35%. Un indicador que para la defensa supone que él era el consumidor final, dado que estaba “muy cortada” y, por tanto, no era para “cortar y revender” de nuevo. 

Y es que el hombre realizó ese viaje hasta la capital de España para poder tener suministro para una larga temporada con el dinero que su padre le había prestado para alquilar un bar, después de que hubiera incrementado su consumo de cocaína tras el fallecimiento de su madre. 

Defensa

Según la defensa y a raíz de todos estos hechos, tras su detención, el acusado puso un punto y final a ese modo de vida y colaboró en todo momento con los agentes. Por lo que, tras quedar en libertad, se citó con su médico de cabecera para iniciar el proceso de deshabituación de esta adicción. 

Según el Informe Médico Forense, el acusado ha consumido cocaína y alcohol de forma habitual, sin que haya habido ningún consumo reciente de cocaína. Datos avalados también por el Servicio de Asesoramiento a Jueces y Juezas e información al detenido y a su familia (SAJIAD) que determina que el síndrome de dependencia a ambas sustancias se vio agravado tras el fallecimiento de su madre, iniciándose su etapa más autodestructiva. Determinando así que debe continuar con el tratamiento de deshabituación. 

Por todas estas circunstancias, la fiscalía ha rebajado la pena solicitada, inicialmente de 4 años y 6 meses de cárcel, a 2 años de prisión. Así como la multa de 27.912,27 euros a 9.305 euros.

Finalmente, la Audiencia ha condenado al hombre a lo solicitado por el Ministerio público, es decir, a dos años de cárcel y el pago de 9.305 euros. Aunque la petición de la defensa para suspender la pena de prisión -que también ha pedido que la multa se ejecute en plazos durante cinco años- será estudiada por el tribunal.