Así se ha destacado en el Consejo Agrario Provincial celebrado en la Delegación Territorial de la Junta en Ávila con la participación de las organizaciones profesionales agrarias.

“Hasta que no baje el agua no será posible evaluar los daños” de la “diagnosis que estamos realizando desde el Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural para conocer la situación de las explotaciones agrarias, de los caminos rurales y de todos los daños que se hayan podido producir en el campo abulense”, ha manifestado el delegado territorial, José Francisco Hernández, en las zonas de la Baja y Alta Moraña, y en la Sierra de Ávila.

El delegado ha destacado que está en contacto con los alcaldes afectados, a los que ha pedido que “aporten relación específica” de los daños causados por las inundaciones.

Los daños se podrán conocer “en los próximos días”, cuando los técnicos y el propio delegado acudirán “para ver in situ las consecuencias de las inundaciones tan graves sufridas en días anteriores”.

También desde la Agencia de Protección Civil se ha pedido a la Delegación Territorial la evaluación de los daños, que “serán también analizados en el próximo Consejo de Gobierno que se celebre esta semana”, ya que “el presidente Mañueco ha seguido las incidencias que ha habido". “Ahora tenemos que evaluar esos daños y solicitar, en su caso, el resarcimiento, de los daños que se han provocado desde el punto de vista de la agricultura y la ganadería”, ha destacado el delegado de la Junta.

Plan de balsas
En la reunión del Consejo Agrario Provincial se ha informado de la liquidación del pago de las subvenciones concedidas los casos positivos de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), a la vez que se ha pedido la implicación de las organizaciones profesionales agrarias hacia el plan de balsas, “un proyecto muy ambicioso que va a permitir afrontar los meses de estiaje de la cabaña ganadera extensiva en las mejores condiciones”.

Se trata de una actuación que tienen que solicitar los ayuntamientos de la provincia antes del 29 de febrero y que ejecutará íntegramente por parte de la Junta de Castilla y León. con la que se evitará el desplazamiento del ganado y, “de manera complementaria, se podrán utilizar para coger agua cuando sea necesario captarla para sofocar los incendios forestales”.

El plan, de aproximadamente 50 balsas, cuenta con un presupuesto de cinco millones de euros.