Ejerció en Casas del Puerto, Navacepedilla del Corneja o Villafranca de la Sierra, entre otras localidades cercanas a Piedrahíta, donde desarrolló su ministerio sacerdotal desde principios de los años 50 hasta su jubilación. En 2007 le fue otorgado el título de capellán de honor de Su Santidad, por lo que puede recibir el tratamiento de monseñor.

“Nunca dejó de subir al pueblo, ni faltó a dar la misa, a visitar enfermos, o a lo que se necesitara en el pueblo, aunque nevase o hiciera como hiciese”, según un testimonio, que habla de que recorría los pueblos de la zona con su sotana, su bonete y su bicicleta, con una fuerza física encomiable.

“A él no le gustan mucho estas cosas, no es de festejos, porque siempre ha sido un hombre muy humilde y callado”, ha contado una de sus familiares. La celebración ha contado con una misa presidida por el obispo Jesús Rico, que en su homilía ha dado gracias a Dios por la vida y el ministerio de quien ha calificado “ejemplo de entrega sacerdotal”, y al que ha dado gracias por “su generosa entrega con la Iglesia de Ávila”.

Después ha tenido lugar un pequeño vino español con la asistencia de los obispos eméritos de Valladolid y Salamanca, el cardenal Ricardo Blázquez y Carlos López, respectivamente, que viven en la residencia sacerdotal, además del obispo emérito de Ávila, Jesús García Burillo. El ‘Cumpleaños feliz’ y unas jotas al ritmo de dulzaina han formado parte de la celebración.