En total, durante el presente ejercicio la protectora ha recogido un total de 373 animales (176 perros y 197 gatos), un centenar más que en 2022, algunos de ellos enfermos, malheridos o maltratados, mientras que otros “no tuvieron tanta suerte y fallecieron en la calle”.

Actualmente, la asociación alberga un total de 306 animales, de los cuales 97 son gatos y 209 perros, una cifra “devastadora” y “muy difícil de gestionar” para Huellas, que cuenta con ocho cuidadores que “trabajan de forma incansable y con una dedicación absoluta, alternándose para dar los cuidados necesarios a los animales durante los siete días de la semana, 365 días al año”. A ellos se suman, los voluntarios que también ayudan.

Responsabilidad

Ante esta situación, Huellas pide colaboración a la sociedad para mantener esta actividad, al tiempo que hacen un llamamiento a la responsabilidad, especialmente en estas fechas próximas a la festividad de los Reyes Magos, ya que las mascotas “no son un juguete, ni un capricho”. En este sentido, destaca la alternativa de la adopción o el apadrinamiento.

Y todo ello, teniendo en cuenta que el principal objetivo de la entidad es “proteger a los animales y encontrarles un hogar definitivo, del que formar parte”, ya que, si bien en su refugio reciben todos los cuidados necesarios, no dejan de vivir encerrados, solos y expuestos a las adversidades meteorológicas. 

Según Huellas, el apadrinamiento es una “alternativa maravillosa para familias con niños o personas a las que les gusta ayudar de algún modo, pero generalmente no disponen del tiempo necesario”. Pueden hacerlo desde seis euros al mes. Quien lo haga, podrá acudir al refugio a pasear al perro por los alrededores de la protectora los sábados y domingos (de 10 a 13 horas).

La asociación ha llamado al voluntariado a aquellas personas a las que “les gustan los animales, tienen ganas y les sobra algo de tiempo”, ya que “no hay suficientes manos para todo lo que hay que hacer”.