El plazo expira a las 12 horas del mediodía del viernes, momento en el que quedará cerrado el padrón que figurará a 1 de enero de 2023 y que servirá, no solo para recibir cerca de 500.000 euros por superar los 5.000 habitantes, sino para no perder dos de sus actuales 13 representantes en el pleno.

Para ello, viendo la evolución de la población, el equipo de Gobierno puso en marcha hace unos dos meses la campaña 'Si te empadronas en Candeleda y El Raso antes del 31 de diciembre, ganamos todos'.

En esta iniciativa, difundida en diversos formatos, incluidas las redes sociales, explica que para ello es precisa la “hoja padronal cumplimentada”, así como el documento que “acredite la identidad de las personas inscritas (DNI., tarjeta de residencia, pasaporte, libro de familia para los menores de 15 años)".

Igualmente, es necesaria la documentación que “acredite la ocupación de la vivienda (escritura de propiedad, contrato de arrendatario, recibo de luz, de IBI, o de agua) y la declaración del propietario de la vivienda, en la que “autoriza a empadronar a todas las personas que no figuren en el contrato de alquiler o en el de propiedad”.

La iniciativa se produce ante las consecuencias que la evolución de la población ha sufrido en el último año, pese a que durante la pandemia la población llegó a crecer hasta los 5.044 vecinos y a 1 de enero de 2023 la cifra, aunque se había reducido, superaba la cifra, alcanzando los 5.001 empadronados.

Un nacimiento a las puertas

Sin embargo, hace apenas dos meses ya habían caído hasta los 4.980 y, de confirmarse esa situación, el Consistorio, y, por tanto, el municipio, perdería en torno a medio millón de euros de subvenciones, sobre un presupuesto de unos 6 millones anuales.

Teniendo en cuenta que más de 150 personas viven en el municipio y no se encuentran empadronados, el Ayuntamiento puso en marcha esta campaña que, según el alcalde, Carlos Montesino, está a punto de llegar a los 5.000 habitantes. Este miércoles faltaban tan solo dos empadronamientos y está previsto que el jueves nazca un bebé en el anejo candeledano de El Raso.

Montesino considera que empadronarse es “como un deber” por parte de quienes, viviendo en Candeleda y recibiendo los servicios municipales, no pagan los mismos impuestos que el resto, pese a pasar en el municipio la mayor parte del año.

"Hace falta un último empujón para conseguirlo", asegura el regidor, que vuelve a insistir en la necesidad del demandado hospital comarcal del Valle del Tiétar, ya que la sanidad es una de las principales demandas.

Para agilizar los empadronamientos, se trabaja diariamente con el objetivo de facilitar el empadronamiento de aquellos que tengan dificultades para hacerlo o estos días se encuentren en otros lugares disfrutando de la Navidad con su familia.

Ya en 2018 la población de Candeleda se quedó con dos empadronados menos de los 5.000 necesarios para recibir subvenciones. Por ello, a menos de dos días para que concluya el plazo para empadronarse, el Consistorio realiza un último esfuerzo para llegar a la meta de los 5.000.