A los detenidos, que elaboraban la droga en varios laboratorios cubiertos se les considera supuestos autores de varios delitos contra la salud pública, en la modalidad cultivo y elaboración de droga, defraudación de fluido eléctrico y contrabando de tabaco, según informa el instituto armado.
A dos de ellos se les acusa de un presunto delito de contrabando, al estar "provistos de todo lo necesario para que el tabaco pudiera ser perfectamente empaquetado, distribuido, vendido y enviado a sus compradores".
En los registros efectuados se han incautado 700 plantas de marihuana; cuatroi kilos de cogollos de marihuana preparados para su distribución; dos picadoras de tabaco; 30 pantallas reflectoras; 14 paneles; una máquina de sellado al vacío; bolsas de plástico de paquetería de diferentes empresas de envío y cuatro cajas llenas de tubos de cigarrillos con filtro para rellenar tabaco.
Asimismo, se encontraron cuatro básculas de precisión; 15 ventiladores; 24 transformadores; nueve temporizadores; cuatro aparatos de aire acondicionado; dos cañones de calor; un sistema de riego automático por goteo; fertilizantes; semillas; abono y cuatro rodillos de recambio para la picadora de tabaco.
La Guardia Civil cree que con esta operación se ha logrado interceptar la venta y distribución ilegal de este tipo de sustancias, además de que el tabaco de contrabando llegue a sus consumidores finales sin haber pasado los controles sanitarios y fiscales requeridos.
Inicio en mayo
Estas actuaciones se remontan al mes de mayo, cuando la Guardia Civil tuvo indicios de que dentro de varias viviendas de las urbanizaciones de Maello se podrían estar cultivando plantas de marihuana, para su posterior distribución y venta.
Por ello, se pusieron en marcha las operaciones Fontanilla y El Monte, centrándose en las viviendas tipo chalet de dichas urbanizaciones en las que se podría estar cultivando marihuana.
Ante "varias conductas irregulares" y una vez reunidos todos los indicios, la Guardia Civil optó por explotar estas dos operaciones, una el 30 de noviembre y la otra 14 de diciembre.
Tras lograr la autorización judicial preceptiva, los agentes registraron ambas viviendas, detectando que se estaba estafando, supuestamente, a una compañía eléctrica, ya que ambas viviendas poseían el sistema eléctrico manipulado para obtener energía de forma fraudulenta, enganchándose a la red pública. Finalmente, fueron detenidas cuatro personas, que fueron puestas a disposición judicial.
Las dos actuaciones han sido desarrolladas por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), perteneciente a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila, que viene detectando una "especialización" en este tipo de cultivos, al conseguir que las plantas sean de menor tamaño, pero con una mayor cantidad y calidad en el THC en un menor tiempo de cultivo para la recolección.
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