Decenas de visitantes han recorrido un belén con, aparte del portal, sus pastores, su granja de gallinas, lavanderas, hortelano, Herodes y el caganet, que ha puesto la nota de humor.

El belén viviente ha permanecido desde el mediodía hasta casi el anochecer del domingo, con una pausa para comer un cocido todos juntos, para que vecinos del barrio y de otros puntos de la ciudad hayan acudido a visitarlo.