Día Domingo, 21 de Septiembre de 2025
El conocido belén de la residencia Santa Teresa de Jornet se ha convertido en una cita obligada en estas fechas, tanto por su riqueza artística como por su contenido cristiano.
Aunque la belenista encargada de crearlo, la hermana sor Carmen Cabrera, no ha cuantificado en casi estos treinta años ni el número de piezas ni los metros que puede llegar a medir el nacimiento, en él se pueden encontrar los cinco misterios, desde la concepción hasta que el niño Jesús se pierde en el Templo.
Así, el nacimiento está inmerso en la cueva en la que sucedió la natalidad, elaborada con 120 sacos de escayola y papel de periódico para transmitir el valor de la pobreza, lo que hará difícil que este año pueda desmontarse.
En una primera parte de la cueva puede verse reflejada La Moraña, un gran río y la raza autóctona vacuna que da los “buenos chuletones abulenses”, según ha comentado sor Carmen a este medio durante la visita. También el puente de las Paredes y las cabras de Gredos.
Segunda parte
En la segunda parte del belén, la más grande, se encuentra la anunciación, la visitación de la Virgen, el Nacimiento de Jesús, la presentación en el Templo y a Jesús perdido y hallado en el Templo.
Todo ello, a sor Carmen la ha llevado prepararlo un año, pero no sabe cuántos metros ni cuántas figuras tiene, porque no la interesa saberlo.“Es algo que no percibo”, ha indicado mientras realizábamos esta entrevista, porque para ella, preparar el nacimiento “es algo grande”.
Y es que, a esta belenista natural del Barco de Ávila, hay dos palabras que la definen: humildad e ilusión. Así, comenzó a elaborar nacimientos en los años 60, primero con piedras y después con cartulinas, hasta la actualidad que sus belenes han cruzado fronteras, llegando al Vaticano.
Inspiración
Para inspirarse a la hora de colocar las figuras -las más antiguas tienen una antigüedad de 30 años-, a esta hermana “la hablan”. Por eso, en este nacimiento, no se contemplan imágenes agresivas, ni intolerantes, ni con falta de paz. Son estampas que “te están hablando, todas tienen algún por qué, tienen algo que llevar a los demás”.
Sin embargo, a la belenista, la requiere de mucho tiempo colocar cada figura, porque “tiene que ponerlas en su sitio, no vale cualquiera”. Aunque ha confesado que es en la entre las 6 y las 8 de la mañana cuando más momentos de inspiración tiene, al entrar en la iglesia para orar.
“La inspiración viene de ahí, no es mía. Eso me viene de la nada”, ha apuntado, porque “cuando se tiene ilusión, a veces se crea. La ilusión hace creer. Creer y crear”.
Todo ello, ha hecho que cada año sean numerosos los grupos y visitantes que acuden a visitar este belén. Algunos de ellos, llegando a emocionarse, tal como ha comentado Carmen Cabrera.
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