La noticia ha saltado durante la gala de la Guía Michelín, celebrada en el Auditori Fòrum del Centro Internacional de Convenciones de Barcelona, con la presentación de Andreu Buenafuente.

De esta manera, Ávila se incorpora a la élite de la cocina española, ya que este reconocimiento se realiza a aquellos establecimientos que realizan una propuesta gastronómica excepcional, teniendo en cuenta criterios como la calidad de los ingredientes; la armonía de sabores; el dominio de la técnica; la personalidad del chef y la regularidad de la propuesta en el tiempo.

Carlos Casillas, que fue número uno de su promoción en el Basque Culinary Center, ha sido el encargado de subir al escenario para recoger, junto a su compañero Jaime Mondéjar, su primera Estrella Michelín y la de la provincia, lo que sitúa a Ávila en un olimpo gastronómico del que faltaba, hasta ahora.

“Somos los pies de nuestros antepasados hundidos en el barro. Somos sus manos sucias. Su recuerdo. Somos el modelado de nuestra tierra para transmitir su legado”, es la frase que aparece al acceder a su página web.

La primera estrella Michelín llega poco más de medio año después de su apertura en la calle San Segundo el pasado mes de abril. Se trata de un local muy pequeño, con capacidad para una docena de comensales.

Este joven restaurante cuenta con un equipo joven integrado por seis personas de entre 21 y 25 años. Su propuesta consiste en un único menú degustación, denominado Alberche, al precio de 120 euros, complementado con una oferta de vinos que supera las 1.000 referencias. Su filosofía se centra en la recuperación del producto local, con conciencia ecológica.