La jornada se inició en la Plaza Mayor con la recepción de los participantes. Posteriormente, a media mañana, todos ellos arrancaron motores para hacer una ruta que recorrió las calles de la localidad, antes de dirigirse hasta el municipio segoviano de Jemenuño, donde se detuvieron a tomar un aperitivo.

La cita concluyó con una comida popular en el polideportivo municipal Tomás Luis de Victoria, en la que se sirvieron más de 500 raciones de patatas revolconas y se entregaron premios al vehículo más antiguo, al más popular y al más lejano.

Todos los vehículos estaban en un estado de conservación "excelente". Los participantes que acudieron a la llamada del Consistorio ranero procedían de distintos puntos de Ávila, pero también de otras provincias de Castilla y León y de fuera de la Comunidad.

Para Arribas, esta concentración, enmarcada dentro de los actos festivos en honor a San Martín, ha sido "la excusa perfecta para el encuentro de vecinos y aficionados, ligados al mundo del motor, en torno a sus coches cuidadosamente restaurados”. “Incluso aquellos vecinos y vecinas que nada tienen que ver con el mundo de los coches clásicos han disfrutado viéndolos y han recordado, en muchos casos, sus tiempos de juventud”, ha apuntado el alcalde.