Entre las piezas que han sonado ha estado el ‘Réquiem’ de Gabriel Fauré, compuesto entre 1886 y 1888 y considerada como una de las más populares y hermosas misas de réquiem escritas. Según el compositor francés, su composición “no expresa el miedo a la muerte y ha habido quien lo ha llamado un arrullo de la muerte”.

En ese ambiente musical, el recital también ha servido para escuchar himnos ingleses como ‘Greater Love Hath No Man (Nadie tiene mayor amor)’ de John Nicholson Ireland (1879-1962); ‘God So Loved The World (Tanto amó Dios al mundo)’ de John Stainer; ‘Turn Back O Man  (Vuelve atrás, oh hombre)’ de Gustav Holst (1874- 1934); y ‘O Thou the Central Orb  (Oh tú, el orbe central)’ de Charles Wood (1866- 1926).