Esta decisión se produce después de que la edil presentase la dimisión, aunque luego se arrepintió. Y aunque se celebró el pleno en el que se tomó conocimiento de su renuncia, como ella la había revocado, la dimisión no tiene efecto, según la Junta Electoral.

La concejal, que era uno de los tres miembros del grupo de Gobierno, de Por Ávila, permanecerá como edil no adscrita. Así las cosas, alcalde, Arturo Varas, gobierna ahora con otro concejal de Por Ávila, o sea, dos de los 11 ediles que componen la corporación. A la alcaldía llegó al ser elegido por los tres votos de su formación y el edil del PSOE. El resto son tres representantes de Nuestra Tierra, dos del PP y otros dos de Vox.

García se marchó de Por Ávila argumentando “incoherencias programáticas y de gestión, falta de transparencia e información sobre actuaciones y acuerdos en comisiones informativas, situaciones de menosprecio y desautorización en las competencias delegadas, coacciones, presiones y ataques personales por no compartir las directrices en cuanto a pactos de gobierno”.

“Nos deja un poco más débiles”, pero “no con menos ilusión, esfuerzo y ganas”, ha reconocido el alcalde tembleño en declaraciones a la Cadena Ser. “Siempre que alguien se marcha te sorprende”, ha dicho, si bien ha apuntado que le sorprendió más “la renuncia a la renuncia” de Belinda García.

Varas ha manifestado que “todos y cada uno” de los concejales “tienen las puertas abiertas para sumar y sacar adelante al pueblo” y que “remen todos con los remos que tienen” pero que “no tiren para el lado contrario”.
El alcalde ha señalado que “hay que respetar la voluntad popular”, que expresó que tiene que gobernar “un equipo con apoyo de otro equipo y de otro equipo”.

La aritmética de las fuerzas en la corporación propicia una moción de censura, pero Varas no la contempla: “esa palabra en mi vocabulario no entra”.