Según ambos sindicatos, desde principios de octubre, los empleados de esta clínica de salud mental de la capital de La Moraña “vienen sometiéndose a una situación de estrés, tanto físico, como mental”, debido a “los cambios organizativos y estructurales” llevados a cabo por parte de la dirección “sin previa negociación ni comunicación a los representantes sindicales”.
 

Tanto UGT como CCOO, señalan que “la mayoría” de la plantilla no ha sido informada “hasta que no ha llegado a su puesto de trabajo y se le ha indicado que tenía que realizar su desarrollo profesional en otra unidad o pabellón”. 

“Esta mala organización en los cambios de servicios, llevada sin un protocolo reglado, ha producido un estrés, malestar, deterioro en la salud del personal, tanto física como psicológicamente, que no le está permitiendo realizar sus funciones profesionales de la mejor manera y calidad asistencial que venía desarrollando”, afirman ambos sindicatos.

En este sentido, entienden que la responsabilidad de los cambios que se están produciendo es “única y exclusivamente de la dirección del centro”, por lo que “cualquier problema que pueda surgir por esta mala práctica empresarial, habrá de ser asumida por dicha dirección”.

Al estar siendo realizados de una manera “tremendamente precipitada y desorganizada”, estos cambios “están implicando un movimiento enorme de objetos personales, de residentes y de enseres y material”, por lo que se pueden producir “pérdidas, errores, daños materiales…”.

“Por todo ello y, a pesar del gran esfuerzo que están realizando los trabajadores y trabajadoras del centro, entendemos qué pueden ocurrir sucesos accidentales inesperados que no puedan ser evitados", han añadido.