Las inconfundibles gaitas gallegas y la queimada con su conjuro cerraron la séptima edición celebrada en el Centro Asociado de la UNED, en el que José Cerdeira, coordinador de la asociación, ha llamado a ahondar en el estudio e investigación de la cultura celta, ha destacado el papel de Ávila por sus vestigios, y

Varios profesores e investigadores han sido nombrados miembros de la orden, a los que se les ha impuesto la beca de color verde con el emblema en forma de espiral símbolo del colectivo y que recuerda a los torques celtas.

Entre los distinguidos, el historiador abulense Emilio Rodríguez Almeida, a quien se reconoció por sus obras relacionadas con la materia ‘Ávila gallega’ y ‘Il dialogo dei sordi’, y quien reconoció la distinción de manos del presidente de la Diputación, Agustín González, miembro de esta entidad desde que en 2011 se celebrase en Ávila la quinta edición del congreso de los celtas.

El grupo folclórico de la Xuntanza de Galegos en Alcobendas puso el sonido con el ‘Preludio de la alborada galega’ de Pascual Veiga y la ‘Muñeira de Freixido’, a la vez que ambientó el desarrollo de conjuro por parte de un druida.