Así lo puso de manifiesto el autor arevalense, que ejerce como médico inmunólogo en el Complejo Asistencial Universitario de León, pero que recurre a la escritura porque “tiene la necesidad de contar historias y de crear personajes”, que le vino “casi al mismo tiempo que el uso de la razón”.

En la presentación de la obra -el viernes en Arévalo-, su hermano Luis José Martín García-Sancho -también escritor- definió la novela como “una parodia a la estupidez humana que, por desgracia, es mucha y variada”.

“¿Quién no ha hecho alguna vez una tontería que jamás haría sobrio o solo?, ¿quién no se ha dejado arrastrar en alguna ocasión por la euforia inicial del alcohol o por el contagio borreguil de una actividad colectiva que ni tan siquiera te gusta?”, se preguntó.

Pesadilla surrealista
“Pues en una pesadilla parecida -se respondió- se ve implicado el protagonista de la novela, haciendo cosas, en ese sueño completamente surrealista, que nada tienen que ver con su vida real... ¿o sí?...”.

“El final es sorprendente, como la peor de las pesadillas pero... completamente real”, señaló.
El autor, por su parte, habló de su admiración por nombres del mundo surrealista como Bretón, Louis Aragón, Buñuel, Dalí o Paul Éluard, pero también hacia los dibujos animados y a los cuentos de Perrault, los hermanos Grimm o Lewis Carroll.

Y sus referencias literarias las halla también en ‘La Eneida’ o ‘La Odisea’, en los poetas del 27 y en esas escenas que forman parte de la historia visual de ‘La edad de oro’ o ‘Un perro andaluz’, de Luis Buñuel.

La primera novela de Martín García-Sancho fue ‘Secundarios’, con la que quedó finalista del Premio Azorín en 2002 y del Río Manzanares en 2008. Es autor también de un libro de relatos, dos novelas y un guión de cine, todas ellos inéditas.