Se trata de la vigésima cuarta edición de una actividad en la que los participantes realizaron los cerca de 50 kilómetros a pie, en bicicleta o a lomos de un caballo, para llegar a postrarse ante el santo, al concluir el recorrido en el privilegiado paraje que alberga el santuario arenense.

Los romeros fueron recibidos entre aplausos en la tarde del domingo en las inmediaciones del santuario tras un trayecto que se inició el sábado. Al mismo tiempo que repicaban las campanas, recibieron la bienvenida por parte de los padres Franciscanos, y el guardián del convento, Julio Herranz, que dio su bendición a los participantes. Seguidamente, se repartieron sangría, pastas y perrunillas a todos los presentes.

En esta romería se recorre el último trayecto que realizó fray Pedro de Alcántara a lomos de un burro, acompañado por los condes de Oropesa, desde su castillo, hasta la enfermería de Arenas.

El 12 de octubre de 1562 fray Pedro realizó este último viaje, a sabiendas de su pronta muerte. Pocos días después, en la madrugada del 18 de octubre, falleció rodeado de sus hermanos franciscanos.