Inició su aventura el pasado 5 de octubre y lleva ya recorridos cerca de 300 kilómetros, un camino en el que ha llegado el miércoles a Ibeas de Juarros (Burgos).

En el periplo de ‘el Quijote de Ávila’, como algunos ya le llaman, no está sólo, pues cuenta con el apoyo de sus vecinos y amigos, entre quienes está Julián Burguillo, propietario de una carnicería, que acude a llevarle alimentos y ropa cada 15 días.

Según ha contado este empresario, él fue quien tuvo la idea, “un poco en broma, un poco en serio”, cuando le veía en su establecimiento casi todos los días, “deprimido, porque no encontraba trabajo”.

Llamar la atención
“Tendrías que llamar la atención de alguna forma para encontrar trabajo, como irte a Alemania en burro”, le dijo un día, aunque Jesús se lo tomó en serio y, a los pocos días, se presentó en la tienda y le dijo que necesitaba “unos calcetines, unas botas y unas alforjas para llevar las cosas”.

El propio Julián le dio lo que necesitaba, así como comida para pasar los primeros días y desde entonces no ha parado de hablar con él todos los días y de visitarle y animarle.
Junto con otro carnicero, le han abierto un perfil en la red social facebook -‘A caballo desde España a Alemania’-, que ya cuenta con numerosos seguidores y en el que no deja de recibir mensajes de ánimo y va colgando fotografías de su aventura.

Burguillo, por su parte, se encarga de la logística, para ir marcándole la ruta que debe seguir e ir buscándole alojamiento, algo que encuentra “con facilidad” en “la mayoría” de los municipios por los que va pasando, como en Valverde del Majano (Segovia), cuyo alcalde no sólo les facilitó alojamiento y comida sino que también se puso en contacto con varios regidores más de la ruta para que hicieran lo mismo.

También se ha puesto ya en contacto con ellos un vecino de Irún (Guipúzcoa), que se ha comprometido a ayudarles a cruzar la frontera hacia Francia, en un paso en el que el jinete y su montura estarán escoltados por la Policía.

Más de 20 kilómetros
A todos ellos les gustaría que a Jesús le saliera trabajo antes de cruzar la primera frontera, aunque, de no ser así, este aventurero está dispuesto, aun sin saber idiomas, a llegar a Alemania y “donde haga falta”.

Su recorrido le llevará, según los cálculos y a una media de “entre 20 y 30 kilómetros” diarios, con un descanso cada pocos días para el caballo, “unos tres meses y una semana”, ha indicado Burguillo, quien está dispuesto a apoyar y animar a Jesús “vaya donde vaya”.