La muestra, en el Archivo Histórico Provincial, la Biblioteca Pública y el Museo de Ávila, contiene una parte de un prolífico trabajo que llegó a unas 3.000 obras, junto a fotografías, catálogos de exposiciones y otros elementos de su trayectoria que dejan ver su trabajo. Entre ellas se encuentra su primera obra, un boceto a carboncillo que hizo a los 14 años en la Escuela de Artes y Oficios abulense, y la última, pintada en la mañana del día en que murió.

“Es el pintor de Ávila, muy popular y querido”, ha expresado su hijo y comisario de la exposición, Roberto Herrero, que ha compilado todo el material de la muestra para que la gente “conozca su obra”.

“Ávila debía una exposición al pintor que más ha dibujado Ávila”, donde expuso 22 veces, además de 64 ocasiones en toda España. Tras su fallecimiento en 1995, en 1999 hubo una muestra póstuma en 1999, sin que después haya podido ser vista y se encuentra “un poco olvidada”.

La exposición ofrece obras nunca expuestas y quiere mostrar “la esencia” de su trabajo. Y ha servido para que su hijo haya conocido obras no catalogadas y haya ido “averiguando” fechas a partir de estilos con las fotografías que le han remitido propietarios, al estar muy dispersos sus trabajos. “Vivió profesionalmente de la pintura, pero le gustaba pintar y que la gente viera sus obras, por eso a veces las regalaba”, ha apuntado.

Flomaster

Herrero trabajó sobre todo con la técnica del flomaster, que consiste en la rotulación de las obras de una manera similar a como se realizan los croquis de proyectos de arquitectura, por lo que no permite retoques o correcciones. Casi toda su producción fue monocromática.

En el Archivo Histórico pueden verse fotografías y obras que ilustran su trayectoria y modo de trabajo; en la Biblioteca Pública, pinturas de todas las técnicas que empleó y no vistas antes; y en el Museo de Ávila, obras consagradas y óleos no mostrados en exposiciones previas.

Abierta este viernes, la exposición estará abierta hasta el 30 de octubre en los horarios de apertura de los edificios gestionados por la Junta de Castilla y León.

José Luis Herrero nació el 2 de septiembre de 1923 en Ávila y estudió en la Escuela de Artes y Oficios abulense, en la que obtuvo sus primeros premios por sus pinturas. Desde 1942 a 1978 trabajó como funcionario en el Instituto Nacional de Previsión. Durante esa época compaginó su vida laboral con colaboraciones artísticas en estudios de arquitectos e ingenieros y, animado por familiares y amigos, inauguró su primera exposición el 18 de noviembre de 1965 en la Casa de la Cultura de Ávila.

Herrero, que falleció el 18 de julio de 1995, también destacó por las fotografías que hacía en los viajes a sus exposiciones. Acabó acumulando un archivo de unas 20.000 imágenes, parte de ellas exhibidas en esta exposición.