Este pico del caudal fue de 4,88 metros cúbicos por segundo a las 21 horas, coincidiendo con la gran tromba de agua y las tormentas que produjo la dana, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Duero.

A las 18 horas del domingo el río Adaja no corría, pero una hora después, a las 19 horas, el agua circulaba con potencia a razón de 3,18 metros cúbicos por segundo. Después se redujo para subir de nuevo a los 4,88 metros cúbicos por segundo.

Tras volver a bajar, a las 5 horas de la madrugada del lunes ascendió a los 0,67 metros cúbicos por segundo para reducirse de nuevo (a las 10 horas de la mañana era de 0,12 metros cúbicos, o sea, 40 veces menos que cuando se produjo el pico de caudal). Pero desde esa hora de la mañana del lunes volvió a crecer y a las 17 horas del lunes llegó a contar con un caudal de 2,86 litros por segundo, según el caudalómetro que el organismo de cuenca dispone en el puente de la avenida Juan Pablo II.

El caudal medio en el mes de septiembre del Adaja, su paso por la capital abulense, es de 0,25 metros cúbicos por segundo.

Nivel
El nivel del cauce también experimentó la misma evolución: de no tener agua creció hasta los 0,68 metros a las 19 horas del domingo, y a los 0,86 a las 21 horas. Luego se redujo hasta volver a crecer sobre las 10 horas del lunes. A las 17 horas alcanzó un nivel de 0,63 metros, casi el mismo que 24 horas antes.

Mientras esto sucedía, más abajo del cauce, la presa de Fuentes Claras ya rebosaba con fuerza en la mañana del lunes. Y más allá, el embalse de Las Cogotas ha visto como crecían sus reservas.

Si antes de comenzar el episodio de lluvias almacenaba 28,26 hectómetros cúbicos de agua, en al atardecer del lunes había 28,42, estando al 48,8% de su capacidad.