Así se expresó en Piedrahíta por parte del biólogo y consultor ambiental Paco García; el profesor de Contaminación Atmosférica Rodoldo Manuel; y Mara Díaz, profesora de Biología y Geología, en la charla coloquio ‘Valores ambientales y biodiversidad en el Valle del Corneja’, organizada por la Plataforma No a la Mina en el Valle del Corneja y por la Asociación Vive el Valle del Corneja.
García, tras llevar a cabo un estudio en dos de las cuadrículas que afectarían al proyecto minero Polonia 1.152, ha subrayado la gran diversidad del valle, con un total de 162 especies apreciadas en una de las cuadrículas y de otras 179 especies en la segunda, con un gran número de especies que hay que preservar como el murciélago de herradura, la orquídea mariposa, la oruga de gran pavón o la culebra lisa, por poner algunos ejemplos.
El biólogo advierte que hay dos especies de peces y cuatro de aves que se encuentran en la categoría de vulnerables y otros dos anfibios, tres de aves y siete de mamíferos en la categoría de “casi amenazados”, en una de las cuadrículas. En otra aparecen tres especies de aves y una planta en peligro, con diez especies vulnerables que incluyen peces, anfibios, aves y mamíferos, por lo que ha incidido en que “hay que ser especialmente cuidadoso cuando se llevan a cabo alteraciones del medio”, al tiempo que asegura que se amplía el estudio al resto de hábitats y microhábitats del valle, como por ejemplo a la zona afectada por el expediente Sonsoles 1.138, la biodiversidad sería mucho más alta.
Especies vulnerables
“Aquí hemos encontrado 17 especies catalogadas como vulnerables o en peligro y unas 18 en la categoría de casi amenazadas. De estas, varias son una especie que sólo aparece en la Península Ibérica. Hay otras que, aunque se estén criando más alejadas, pueden venir a alimentarse a la zona de la mina”, ha detallado.
La sierra situada detrás del Collado del Mirón “es un buen ejemplo de ello, ya que se empiezan a ver especies nuevas como la cigüeña negra o el águila imperial, ambas amenazadas”, por lo que destaca que en esta zona no se podrían llevar a cabo actividades mineras a menos de un kilómetro.
Según el investigador, la empresa promotora del proyecto Polonia 1.152, Cerro el Rocil, matriz del Grupo Cosentino, “ha eludido este tipo de información en su proyecto o aporta una información incompleta, incluyendo sólo una lista de especies sin ninguna consideración sobre su seguridad y protección”.
“Tampoco se hace un muestreo de plantas con el fin de situarlas para no afectarlas con los sondeos que incluyen el uso de maquinaria pesada”, y “ha obviado un informe del servicio Territorial de Medio Ambiente que les obliga a no llevar a cabo trabajos en primavera y verano porque van a afectar a las aves que están criando, y si lo hacen en otoño afectará a la reproducción de los anfibios”.
En cuanto a la contaminación atmosférica, el especialista en Contaminación Atmosférica destaca que las empresas mineras que pretenden llevar a cabo proyectos en el Valle del Corneja “restan importancia a las emisiones atmosféricas que se generan, incluso en la fase de investigación, cuando estas son fundamentales”.
Según ha explicado, “en estas emisiones el tamaño de las partículas importa, porque si bien las partículas grandes se quedan retenidas en nariz y tramo superior del sistema respiratorio, las de menor tamaño van a llegar incluso a nivel alveolar”. Igualmente, “las más pequeñas pueden trasladarse grandes distancias, afectando por ello no sólo a las poblaciones cercanas sino también a las alejadas decenas de kilómetros”.
Nivel de ruidos
Manuel expone que las actividades mineras pueden alcanzar un elevado nivel de ruido con equipos y maquinarias superando los 110-120 decibelios, cuando, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una exposición prolongada a partir de 55 decibelios “determina que el ser humano pueda tener problemas no auditivos importantes como insomnio, hipertensión, estrés, ansiedad, cambios de comportamiento…”.
El gas radón es otro de los peligros de la minería a cielo abierto, “ya que entre el tres y el 14 % del total de los casos del cáncer de pulmón están asociados a la exposición a radón y su progenie". Además, “estudios recientes también relacionan al radón con otros tipos de cáncer, como los de piel y tumores cerebrales”.
Otro contaminante a considerar es la sílice cristalina respirable porque se puede generar en procesos propios de la minería (como perforación o molienda) e incidir en diversas patologías respiratorias y cáncer de pulmón.
Por último, el experto ha recordado que la OMS clasificó la contaminación del aire y las partículas en suspensión como carcinógenas. A destacar especialmente las de tamaño inferior a 2,5 micras (PM2,5), puesto que alcanzan los alvéolos pulmonares y conllevan diferentes efectos sobre la salud (EPOC, cáncer de pulmón, arritmias, infartos, ...). En 2021 la AEMA atribuyó más de 300.000 muertes prematuras de personas sensibles a la exposición crónica a PM2,5. Este tipo de partículas también se pueden generar en diversas actividades mineras (voladuras, transporte, molienda). Por todo ello, aconseja que “cuando las empresas mineras no den importancia en sus estudios de impacto ambiental a la contaminación atmosférica, tengamos en cuenta todos estos puntos”.
Eugenio | Lunes, 21 de Agosto de 2023 a las 22:48:48 horas
Cuando ni Aceves quiere una en Pajares ni García en Tiñosillos será por algo...
Accede para votar (0) (0) Accede para responder