Del Viernes, 31 de Octubre de 2025 al Domingo, 02 de Noviembre de 2025
Las bodas son momentos únicos que, normalmente, se viven una vez en la vida. Estos dos jóvenes abulenses trabajan especialmente en verano para inmortalizarlos, de forma que las parejas puedan recordar su evento para siempre.
¿Solo hacéis reportajes de boda?
Elena: Tenemos dos marcas. La naranja enana, que es exclusiva de bodas, y otra, que es KumQuat, dónde hacemos también reportajes de familia o infantil. Pero prácticamente todo lo que hacemos es de bodas.
¿Tenéis más trabajo en verano que el resto del año?
Elena: Casi siempre las bodas son en verano, sobre todo en Ávila, por el tiempo. Pero desde hace unos años estamos notando que se están espaciando más y estamos empezando en abril. Y todos los años tenemos bodas en noviembre y diciembre.
Es cierto que el grueso va en verano, que es cuando más hay, pero cada vez más la gente se está casando en otras épocas.
¿Por qué os dedicáis a la fotografía?
Elena: Estudié Diseño Gráfico y tenía una asignatura que era fotografía, me empezó a entusiasmar y a partir de ahí empecé a estudiar foto, que es dónde conocí a Jesús. Me gustaba muchísimo y empecé a hacer muchas fotos y hasta ahora.
Jesús: Yo soy arquitecto técnico y. cuando vino la crisis, me quise tomar unos años de tranquilidad y aproveché para hacer el Grado Superior de Fotografía en la Escuela de Artes de Ávila, pero porque siempre me había gustado. Ahí conocí a Elena y como vimos que en Ávila, la fotografía estaba como un poco estancada y no se había modernizado, quisimos hacer una nueva propuesta, un nuevo estilo de fotografía que ha tenido bastante éxito. Empezamos en Ávila y ya estamos saliendo fuera.
¿De dónde nace el proyecto ‘La naranja enana’?
Sí, nos conocimos estudiando fotografía y surgió como una tontería de empezar algo y al final se hizo realidad. Ya llevamos ocho años.
¿Cómo definiríais vuestro concepto de fotografía?
Es una fotografía muy documental y la palabra más repetida por nuestros clientes es natural. Algo que parece tan sencillo como sacar a la gente natural en las fotos, es complicado. Pero es lo que más se caracteriza de nosotros, tal como nos dicen.
¿Qué es lo que más os gusta de vuestro trabajo?
Elena: a mí me encantan las bodas. Puede parecer una tontería, pero al final estás viviendo un día muy importante de la pareja, con toda su gente y al final es un momento de felicidad, de risas, de abrazos, besos, incluso de llanto, pero es algo bonito. También el trato con el cliente, con las parejas... Pues ves la evolución desde que nos contratan, que suele ser con un año de antelación, de cómo preparan las cosas, los nervios que tienen. Creo que es algo muy bonito, aunque al final nuestro trabajo es duro porque nos pasamos muchas horas, también el día de la boda y luego delante del ordenador.
Mucha gente nos dice: “estaréis cansados de ir a bodas, todo el día igual”. Pero al final, cada boda es única y por poder vivir todos esos sentimientos, creo que somos muy afortunados.
No sé si tenéis alguna experiencia que recordéis especialmente
Elena: Yo te diría que lloro en todas las bodas. Sobre todo cuando hablan las parejas, los amigos o con algún speech un poco personal. Yo es que soy muy sentimental. Para nosotros, todas las parejas son importantes, pero hay muchas con las que acabas cogiendo amistad por todo el proceso que lleva y es superbonito verles años después, que a lo mejor han tenido niños, se han comprado una casa, que han evolucionado y se siguen acordando de nosotros. Eso es un regalo, porque es agradable que, de ese día, tengan esos recuerdos y los tengan por nosotros.
Jesús: Nosotros al final lo que intentamos es que para lo que nos contratan el día de su boda, sea una experiencia también para ellos. Porque de nada sirve que tengan un buen trabajo fotográfico si luego han tenido una mala experiencia con los fotógrafos de que sean muy intrusivos y de que les estemos dando la paliza durante el día. Por eso nosotros intentamos pasar desapercibidos y prácticamente no los molestamos.
¿Cuánto trabajo puede llevar una boda?
Jesús: Es que todo esto empieza desde que contactan con nosotros con un año y medio de antelación, hacer el seguimiento por si necesitan algo -porque a base de ver muchos eventos, pues los podemos resolver muchas dudas-, el día de la boda con jornadas de 12 horas, hasta lo que nos tiramos frente al ordenador haciendo la edición de las fotografías.
Elena: nunca hemos contado las horas, pero son bastantes.
¿Cuántas fotos podéis llegar a hacer de una boda?
Elena: Muchas, estamos tirando alrededor de unas 4.000 cada uno. Aunque depende de la boda, porque las hay en las que pasan muchas cosas y otras que menos.
Jesús: Pero es que son 12 horas de trabajo. Para nosotros es tan importante las fotos desde que entramos en sus casas hasta la última que nos vamos de la barra libre. Y por eso ha cambiado tanto el estilo de fotografía. Antes prácticamente se hacían solo fotos de posado, ceremonia y corte de tarta. Ahora son 12 horas haciendo fotos sin parar.
Aunque pasen por una edición, ¿una mala foto puede salvarse?
Jesús: No, nada. Esas van directamente fuera. Sobre todo, uno de nuestros trabajos más importantes es el hacer una selección para que al cliente le llegue el mejor material. El criterio que tenemos a la hora de seleccionarlas es que la peor foto que entreguemos en un reportaje es la que al final pueda definir nuestro trabajo. Por eso intentamos que todas las fotos que se entregan, sean con una calidad que no nos avergüence decir que es nuestra. Acabamos entregando unas 600 u 800 fotos.
Elena: Siempre ponemos un límite. Y seleccionamos muchas porque hay que ver que todos estén con los ojos abiertos. Porque al final, cuando haces fotos de grupo, hay que analizar que salgan todos bien, que no se meta nadie por medio -porque en una boda, la gente se está moviendo-. También hay que tener en cuenta la iluminación. Es decir, muchos factores que al final en una boda controlas poco, porque son sucesos que van pasando. Y más la foto que hacemos nosotros, que es natural y documental, en la que intentamos influir lo menos posible. Son cosas que van pasando y que tenemos que ir captando.
¿Qué consejo le daríais a alguien que quiere comenzar en el mundo de la fotografía?
Elena: Que practique mucho y que vea, más que fotos, cine, series o cuadros. Porque al final hacer fotos está bien, pero tienes que saber de composición, de luz o de colores. Y muchas veces nos obcecamos mucho en ver fotos. Por ejemplo, si quiero hacer fotos de boda, en observar ese tipo de imágenes. Y hay que ir más allá y ver otras cosas.
Y también practicar mucho, sacar la cámara, probar con gente y ponerle ganas. Pero si te gusta y lo disfrutas, sale solo.


 
 


 
                          
                          
                          
                          
                          
                          
                         
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