Dentro del mundo del entretenimiento, los videojuegos son una de los sectores más lucrativos que existen. Solo en el 2020, esta industria generó más de 179 mil millones USD, una cifra que puede llegar a triplicar el PIB de muchos países de América Latina.

Sin embargo, y lejos de lo que podría pensarse en un momento, la venta de un videojuego es solo una de las muchas formas de generar dinero dentro de esta industria.

Las microtransacciones y la monetización de contenido adicional se ha vuelto parte de la dinámica de juego de usuarios de todo el mundo. Si bien es cierto que para ciertos sectores, tal como lo son las apuestas en línea, estas pequeñas transacciones forman parte de la rutina; lo cierto es que también jugadores de consolas y teléfonos gastan millones de dólares, aún después de haber realizado la compra de su videojuego. ¿A qué se debe esto? Entérate aquí.

La monetización del contenido en videojuegos

Como se ha visto, la industria de los videojuegos es uno de los sectores que mayor ganancias genera dentro del mundo del entretenimiento. Aunque en un principio se podría pensar que el grueso de sus ganancias se dan por la venta del mismo software, lo cierto es que para las casas desarrolladoras, es fácil generar ganancias adicionales a través de microtransacciones y la monetización de contenido adicional.

Uno de los elementos que mejor ejemplifica esta realidad en el mundo del gaming, es precisamente los DLC. La comercialización de contenido adicional empezó con las opciones de conectividad de la Playstation 3 y la Xbox 360, todo de la mano de compañías como Ubisoft y Capcom.

Con el paso del tiempo, la distribución de contenido adicional se fue consolidando hasta el punto en que compañías como Electronic Arts; entiéndase, la empresa desarrolladora de grandes franquicias de videojuegos tales como FIFA, Battlefield y Need for Speed; registró 921 millones USD en ganancias por comercialización de DLC. Esta es una cifra que representa el 42% de los ingresos totales de la empresa para ese mismo año.

Lenta pero inexorablemente, el resto de compañías fueron emulando el modelo de producción de Electronic Arts. Ya para el 2021, el 60% de las compras en videojuegos en los Estados Unidos involucró la compra de un DLC o de algún otro tipo de contenido adicional descargable.

Videojuegos en dispositivos móviles: Un lucrativo negocio

Otro de los máximos exponentes del proceso de monetización, es el sector de los videojuegos en dispositivos móviles. A través de estos juegos, que muchas veces son gratuitos, se pueden producir entornos digitales sumamente lucrativos para los desarrolladores. El juego que mejor ejemplifica esta realidad es precisamente Call Of Duty Mobile.

Con cada actualización del juego, Activision anexa nuevo contenido de personalización para su adquisición. Se estima que para el 2022, el juego había sido el responsable directo del ingreso de 1.500 millones USD a las arcas de la empresa, solo en concepto de microtransacciones de contenido adicional. Con esta cifra, no debe sorprender que el área de los videojuegos en smartphones genere ganancias de más de 80.000 millones USD; casi la mitad de todo el dinero percibido en la industria.

Además de esto, la rentabilidad de los videojuegos gratuitos se manifiesta en otro gran rubro: La publicidad. Solo en España, los gastos por publicidad dentro de videojuegos fueron de 39 millones USD para el 2021.

Vale destacar que para los pequeños y medianos desarrolladores, esta es la principal fuente de ingreso; y es que ésta representa un gran negocio para corporaciones como Meta, en donde el 95% de los ingresos que genera la red social, son precisamente en concepto de publicidad en línea.

Videojuegos earn to play: Una pequeña perspectiva

Otra de las formas de monetizar y crear microtransacciones videojuegos, es a través de plataformas earn to play. Estos juegos se hicieron particularmente famosos durante el 2020, cuando se dio el apogeo en la industria de las criptomonedas. Estos juegos eran ecosistemas económicos completos, gracias a la tecnología blockchain.

Lo que hacía verdaderamente particular a estos juegos, es que cada cada carácter, pieza o concepto era un ente único e irrepetible. Cada pieza funcionaba como un token único dentro de la red blockchain del videojuego, lo que hacía que cada uno de ellos funcionara como un coleccionable.

A medida que más usuarios ingresaban, jugaban y consumían en estos ecosistemas, la criptomoneda asociada al juego elevaba su valor. Por regla de simple mercado, cada uno de estos caracteres aumentaba exponencialmente de precio, razón por la que muchos entusiastas lo consideraban como un método pasivo de inversión.

Puede que la plataforma más popular de su momento fuera Axie, el cual contaba con un concepto muy parecido a Pokemon. En la medida que el personaje cobraba fuerza y ganaba batallas, se cotizaba de mejor manera dentro de la economía Axie. Con este simple esquema, el token de este juego llegó a generar una capitalización de mercado de 9,7 billones USD.

Monetización en los videojuegos

Como se ha visto, los videojuegos representan una industria en la que la compra del software, es solo el inicio de las posibilidades de ganancias para las empresas. Ya sea desde la perspectiva de las microtransacciones, o bien incluso de la publicidad, es fácil entender porque esta industria es una de las más lucrativas del mundo. Con estos elementos en mente, todo parece estar dado para que este sector siga creciendo en los años venideros, más aún partiendo del apogeo del sector gaming dentro de los dispositivos inteligentes.