Se trata de unas obras de rehabilitación cofinanciadas entre el Ayuntamiento de Ávila y la Junta de Castilla y León, cuya duración se ha prolongado más de los dos meses y medio previstos inicialmente.

Según el Consistorio, la finalización de estos trabajos, en una superficie de 1.500 metros cuadrados, han dado como resultado la generación de "nuevas zonas verdes y recorridos peatonales" en pleno casco histórico, después de una intervención que ha permitido "la reorganización de los diferentes espacios y la mejora de la accesibilidad", con una treintena menos de plazas de aparcamiento.

El objetivo de esta actuación ha sido "convertir esta plaza en un espacio en el que convivan el tráfico rodado y el peatonal", al mismo tiempo que "se permita a los ciudadanos disfrutar de ella y de su entorno patrimonial, al situarse, intramuros, junto al lienzo norte de la muralla", contribuyendo igualmente a "la reducción de emisiones contaminantes y a aumentar los espacios destinados a la ciudadanía y el peatón".

Más espacio peatonal

Los trabajos "también contribuirán a la reducción de emisiones contaminantes y a aumentar los espacios destinados a la ciudadanía y el peatón".

Así, se ha "reordenado" el aparcamiento de vehículos en el interior de la plaza y "se ha mejorado" el pavimento y las infraestructuras urbanas, ordenando los flujos, para una correcta convivencia del peatón con el vehículo, a la vez que se han recuperado y creado zonas ajardinadas de diseño urbano sostenible, con la plantación de especies arbóreas como ciruelos rojos o plantas aromáticas como romero o espliego.

La principal actuación en materia de tráfico se ha centrado en la "reorganización" del mismo en la calle Bracamonte, en el tramo circunscrito a la plaza, donde se han habilitado plazas de aparcamiento en batería y en línea, además de mantener la dedicada a personas con movilidad reducida que ya existía. El interior de la plaza tiene zonas verdes y recorridos peatonales que conectan espacios rodeados de jardinería.