“Somos la única alternativa de cambio que existe en España al Gobierno Frankenstein”, ha afirmado, asegurando que “lo sabe una inmensa mayoría de los españoles, independientemente de lo que decidan o no decidan votar”.
“No tenemos vocación de bisagristas, nosotros lo que queremos es gobernar, no queremos sacar uno o dos para luego chantajear, amenazar o vender el voto a cambio de algo, esos no somos nosotros”, ha afirmado, para ensalzar al PP como “un partido con vocación y capacidad”.

Tras recordar la victoria del PP en las elecciones municipales, que “supusieron una enmienda a la totalidad a aquel que pretendió monopolizar la campaña, fastidiando a muchos de sus alcaldes y presidentes de comunidades autónomas”, ha abogado por la “oportunidad y obligación de abrir una nueva etapa política y dejar atrás un pasado... que ha sido muy poco feliz”.

Transición

Aunque ha dicho no querer hablar del gobierno Frankenstein, lo ha mencionado en varias ocasiones, criticando que se haya eliminado el delito de sedición porque lo pidieron los nacionalistas catalanes, la rebaja de penas por malversación, el traspaso de las prisiones al País Vasco o el traslado de presos. Esto, ha apuntado, “ha puesto en tela de juicio la mayor operación política que se hizo en España mucho tiempo, que fue la Transición, y la Constitución”, para recordar a Adolfo Suárez, plaza en la que se ha celebrado el acto.

A la vez, Rajoy ha alabado al candidato popular, Alberto Núñez Feijóo: “necesitamos un presidente que traiga sosiego y eficacia a España, un presidente que sea capaz de unir a toda la sociedad”. Y es que, ha asegurado, “la mayoría está harta de tanta división y tanta polarización como hemos vivido estos años”. 

“La gente lo que quiere es sosiego, serenidad y un gobierno que se ocupe de los problemas que le importan y que le afectan, y por eso es necesario ese cambio que todos estamos reivindicando a lo largo de esta campaña electoral”, porque “es necesario otra forma de gobernar” y “un estilo distinto”, con “un buen gobernante que sepa gobernar para todos y no para unos cuantos”.

El expresidente del Gobierno también ha destacado que Feijóo “tiene detrás un partido y un equipo de primera, que ha sido capaz en muy poco tiempo, hace un año largo, de construir un equipo solvente en la dirección en Madrid y también en provincias”, así como de “buscar apoyos y de conseguirlos para hacer un excelente programa electoral y de gobierno con el que nos presentamos”. También ha resaltado que Feijóo es “un gran gobernante” avalado con cuatro mayorías absolutas en Galicia.

Rajoy ha deseado, por otra parte que si Feijóo gobierna "no se encuentre nada ni parecido a la herencia" que tuvo el PP al llegar al Gobierno en 2011. “Espero y deseo firmemente que Feijóo no se encuentre a partir del próximo domingo lo que algunos nos encontramos a finales de 2011", ha advertido, a la vez que ha apuntado que España es “el último país en aumento de la renta per cápita en Europa a lo largo de estos cuatro años”.

Candidatura renovada

Por su parte, el número uno al Congreso por Ávila, Héctor Palencia, ha señalado que la candidatura de los populares en estas elecciones es “renovada”, además de haber nacido, estar viviendo y tener sus proyectos de vida en Ávila. 

De esta forma, ha defendido que los candidatos a los comicios generales son “los vecinos, amigos y compañeros” de los abulenses, a los que “ven en las calles, plazas y mercados”. Por ello, “quieren ser la voz en Madrid y ser la solución de Ávila” en la capital de España, porque “no existe mayor orgullo que llevar la palabra ‘Ávila’, da igual al Congreso o al Senado”. 

Mañueco llama a concentrar el voto

En otro sentido, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha pedido “concentrar la fuerza del voto de Ávila en torno al Partido Popular” para no “dar posibilidades a Sánchez”. En palabras de Mañueco, “todo lo que no sea votar a Feijóo, es dar posibilidades a Sánchez”, “a favorecer el radicalismo, la división y el enfrentamiento”.

Asimismo, el presidente de la Junta ha defendido que el PP “va a ser un partido abierto, capaz de abrazar a todos”, pues -según Mañueco- “suma una mayoría que concita a la gente de izquierda y derecha, pasando por el centro. Con mayorías integradoras y plurales que atraen también a los votantes socialistas desencantados”.