Durante los sábados de los meses de julio y agosto (21 horas), la muralla de Ávila se convierte en escenario de una experiencia en la que una veintena de participantes puede visitar la muralla de la mano de un guía y conocer su historia.

La visita se realiza cuando comienza al anochecer, lo que permite a los participantes contemplar la puesta de sol desde el adarve del monumento y, a continuación, de la mano de maestros sumilleres o artesanos cerveceros, así como de productores abulenses, degustar productos con origen en la provincia.

Embutidos ibéricos y hornazo del Valle Amblés, vinos de la DOP Cebreros, pan abulense y aceite de oliva, junto con yemas Santa Teresa, han sido los productos que los participantes en la primera de las experiencias han podido catar.

Quesos, dulces, panes, cervezas, vinos o mermeladas son los productos que cada sábado se ofrece a los asistentes en “una experiencia diferente que el año pasado ya consiguió completar las plazas disponibles”, tal como ha recordado la teniente de alcalde de Empleo, Industria, Comercio, Turismo y Cultura del Ayuntamiento de Ávila, Sonsoles Prieto.

La edil ha recordado que esta cita marca el inicio del verano en la muralla, que abre ya en horario nocturno hasta las 23 horas, •para disfrutar del monumento más horas y de vistas y atardeceres desde las alturas, un aspecto que, además, se completa con las visitas teatralizadas nocturnas que comenzarán también en los próximos días”.

De esta forma, “se contribuye a generar flujo de visitantes en horario vespertino y nocturno y, así, animar a quienes se acerquen a la ciudad a pernoctar en los establecimientos de la capital abulense”.