Ante la protesta para expresar el rechazo a las intenciones del Gobierno con la ley de interrupción voluntaria del embarazo, la plataforma dice que han sido “tres feministas radicales que se quedan en cueros” puesto que “son abortistas, de esas que piden aún más facilidad, más medios, una mayor aquiescencia gubernamental y de la justicia para seguir asesinando a sus propios hijos cuando vengan de forma inesperada”.

Para la portavoz del colectivo provida, Cecilia Real,  la que debería ser sagrada y “digna de veneración y respeto” para cualquier legislador es la vida de un niño o una niña, “ya esté en las entrañas de estas señoras (en referencia a las que han protagonizado la protesta) o de cualquier otra mujer”.

A juicio de Real, “sería lamentable que tres tías indecentes, que no tienen argumentos científicos, legales, sociales o de ningún otro tipo recibieran más publicidad y atención pública y mediática que los cientos de miles de ciudadanos que, pacíficamente, no se desnudan” para recoger firmas en contra del aborto.

Desde su punto de vista, el “minuto de gloria” de las activistas “no debería servir más que para que algún director de pelis porno decida si su ‘pechonalidad’ se ajusta a su próxima superproducción”.