De esta manera, los resultados en la provincia abulense han servido al PP para hacerse con una institución que ha gobernado en coalición con Ciudadanos durante los últimos cuatro años. Ahora, al subir desde el 39,69% de 2019 al 42,77% en 2023, permite a los populares volverse a hacer con el gobierno provincial en solitario.

Los 13 diputados provinciales provienen de los cuatro partidos judiciales en los que se encuentra dividida la provincia: seis del partido judicial de Ávila; tres del de Arenas de San Pedro; dos del de Arévalo y los restantes del de Piedrahíta. Así, Carlos García volverá a ser investido presidente de la Diputación abulense.

Por su parte, el principal partido de la oposición volverá a ser el PSOE, que tras su crisis interna se deja dos diputados, pasando de los ocho de 2019 a los seis, después de descender en apoyos desde el 25,25% de hace cuatro años al 20,88% del 28M.

De los seis representantes socialistas, tres proceden del partido judicial de Ávila, dos del de Arenas de San Pedro y el sexto de Arévalo. O sea, pierde uno en la zona de Ávila y otro en la de Piedrahíta.

En el caso de Por Ávila, los resultados obtenidos en el partido judicial de Ávila, le han servido para pasar de los cuatro diputados logrados en 2019 a los cinco de 2023, convirtiéndose en la tercera fuerza política de la provincia con el 18,91% de los sufragios, a menos de dos puntos del PSOE. En este caso, sus cinco diputados provinciales proceden del partido judicial de Ávila, sin que logre ninguno en las otras tres zonas de la provincia.

Finalmente, el único diputado de Vox llega desde el partido judicial de Ávila, gracias a los resultados de la capital, ya que en el conjunto de la provincia se queda con el 5,68% de los votos, cuando hace cuatro años esta formación se quedó en el 2,71%.

En la institución provincial Ciudadanos desaparece, tras lograr un representante en 2019, con el que apoyo al PP a tener mayoría absoluta; mientras que el nuevo partido Nuestra Tierra no consigue entrar en la corporación provincial.