Los hechos se produjeron a las 9,50 del domingo, cuando una patrulla de la Guardia Civil requirió a Policía Local tras un aviso de una conducción irregular.

El vehículo fue interceptado en la confluencia de las calles Prado Sancho y paseo de la Encarnación. A la llegada de los agentes de Policía Local, se identificó al conductor, un vecino de Ávila de 28 años, que presentaba síntomas y un comportamiento que permitían razonablemente presumir que conducía bajo la influencia de bebidas alcohólicas, por lo que fue requerido para someterse a las pruebas de investigación de la alcoholemia.

Los agentes iniciaron las actuaciones tendentes a determinar el grado de impregnación alcohólica por el aire aspirado al conductor, de modo que en la primera prueba con etilómetro arrojó un resultado altamente positivo en aire espirado, sin ningún impedimento o dificultad en el desarrollo de la misma.

Una vez transcurrido el tiempo pertinente desde la finalización de la primera prueba, los agentes fueron a realizar la segunda prueba debidamente establecida, a lo que el conductor, de forma expresa, reiterada y manifiesta, se negó.

Los agentes le informaron nuevamente de las consecuencias jurídico penales en las que podía incurrir en caso de negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia, reiterando el conductor de forma rotunda y expresa su negativa.

Por todo ello, fue denunciado por un posible delito de conducción de vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas y negativa a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la comprobación de las tasas de alcoholemia. 

Igualmente, se le denunció por conducir con una autorización que carecía de validez, por no haber cumplido los requisitos administrativos exigidos reglamentariamente, tras haber cumplido condena penal, sin haber realizado el curso correspondiente.