Las instalaciones de Naturávila han acogido esta jornada educativa en la que 400 menores de la provincia de Ávila han podido aprender y conocer de primera mano cómo actuar ante un incendio y cómo prevenirlo. El objetivo del evento es que los más pequeños trasladen la concienciación a sus hogares para resaltar la importancia de tomar las medidas correctas.

 Y es que muchas veces estos menores se quedan con los abuelos, por lo que, en el caso de que se prenda algo, como una sartén, sepan cómo reaccionar y qué recomendar a sus mayores, tal como ha asegurado el coordinador operativo de Apoyo y Rescate Provincial de Ávila, Óscar Arribas.

 En la jornada han participado bomberos voluntarios de la provincia de Ávila quienes han enseñado los medios de los que se dispone en la provincia de Ávila para actuar ante fuegos en viviendas urbanas, incendios forestales o en accidentes de tráfico, cuando se requiere la colaboración con los bomberos profesionales del Ayuntamiento de Ávila.

Primeros auxilios

Por su parte, Cruz Roja ha enseñado los principios básicos de los primeros auxilios. Y es que tal como ha manifestado Óscar Arribas, hoy en día, muchos de los casos, como infartos o atragantamientos, son solventados gracias a la formación que se está dando en los colegios o en los institutos. “Muchos niños, cada vez más jóvenes de 12 o 14 años, han conseguido salvar vidas de adultos. Son el pilar”, ha asegurado Arribas, por lo que considera que se debe empezar a formar a estos pequeños cuanto antes para “que cada vez este tipo de incidentes tengan menos daños”.

También han podido experimentar de primera mano lo que experimentan los bomberos al entrar en el incendio de una vivienda, gracias a la carpa de la Fundación MAFRE. A  través de una máquina de humo, similar a la de las discotecas, los pequeños han podido comprobar como los servicios de bomberos no ven nada al llegar al lugar del fuego por el humo, -aunque usan cámaras térmicas que los permiten orientarse-.  “Si se les ocurre salir de la habitación, no van a ver nada. Y  ese humo, posiblemente, los haga mucho daño, porque está muy caliente y no van a poder respirar”. Aunque, el humo que han utilizado para la simulación en esta carpa ha sido  totalmente inofensivo, pero ha servido para crear “respeto y conciencia de lo que puede ocurrir algún día”.

Aunque es la primera vez que se desarrolla una jornada de estas características, la intención es continuar formando a los más pequeños en la autoprotección, por lo que se espera repetirlo, al menos, una vez al año.