En línea con las críticas de su partido a las medidas impulsadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) en materia de sostenibilidad, ha criticado este instrumento, defendido por todas las formaciones en el último pleno municipal, y considera que el PMUS "no va  resolver alguno de los problemas que tienen los abulenses”. “Más bien todo lo contrario, nos causará muchos más y limitará nuestras libertades”, ha añadido.

"El PMUS, ni se ha explicado a los abulenses, ni se está utilizando para su aplicación en nuestra ciudad el sentido común", ha afirmado Lorenzo.

Frente al “eslogan” que a su juicio supone decir que el PMUS convertirá a Ávila en “una ciudad de 15 minutos”, el candidato de Vox cree que “lo que en realidad se está proponiendo es dificultar al máximo el transporte de un lado a otro de la ciudad”. “Alguien ha decidido que los vecinos normales y corrientes contaminamos demasiado por esa manía que tenemos de desplazarnos libremente", ha argumentado.

Asimismo, señala que la aplicación del PMUS supondrá para los padres que quieran llevar a sus hijos a un colegio que “refleje su ideario y que quizá quede algo lejos de casa”, el hecho de hacerlo “solo en bicicleta o transporte público, pues en el momento en que se quiera usar cualquier otro medio, un coche, por ejemplo, se penalizaría con tasas especiales, o directamente se prohibirá usarlo más de seis o siete veces al mes”.

El candidato a la Alcaldía por Vox ha expresado su “gran preocupación” por la aplicación de este proyecto, ya que incluye “cerrar numerosas calles al tráfico de los no residentes, implantar filtros para que por algunas calzadas solo se pueda pasar unas pocas veces al año, limitar también las horas en que se puede circular por ciertas vías…”.

Desde su punto de vista, se trata de aplicar “un enmarañado conjunto de normas que, para empezar, será difícil de recordar por el ciudadano corriente y, por tanto, le acarreará inevitables infracciones por descuido, con el consiguiente incremento suculento de ingresos por multas para el ayuntamiento". A ello añade el “control de las cámaras”, por lo que a su juicio “habrá que despedirse del antiguo privilegio de poderse mover por la ciudad libremente”.