La imagen, donada por un miembro anónimo que acaba de cumplir 50 años como cofrade, mide 1’8 metros de altura y está tallada en madera maciza realizada en Guadalajara. En ella figura un Cristo amarrado a la columna flagelado. Asimismo, para portarla, la cofradía ha estrenado la carroza y el estandarte que la lidera.

Por primera vez también la Banda de Música de Ávila ha tocado en la procesión, siendo la encargada de cerrarla acompañando musicalmente a la Virgen de las Angustias. Además, ha participado también la Banda del Santísimo Cristo Despojado de Valladolid, con quienes la cofradía está hermanada desde hace 29 años.

La primera procesión del Miércoles Santo ha partido a las 20,30 horas de la iglesia de San Nicolás, y tras subir calles como Francisco Gallego, ha alcanzado el Paseo del Rastro, rumbo a la Catedral.

Cerca de 400 penitentes de todas las edades, del medo millar que la integran, con túnica azul y capuchón blanco, ha desfilado, en una procesión que muestra la gran devoción del barrio de San Nicolás por la Virgen de las Angustias. Y es lo que se ha sentido e en sus calles, donde hasta siete filas de personas aguardaban para ver cruzar los cuatro pasos de la cofradía. Además del nuevo y el de las Angustias, el Santo Cristo Arrodillado y el Santísimo Cristo de la Agonía.

Los momentos más especiales del recorrido se han vivido cuando cuatro saetas han roto el silencio, cada vez que cada uno de los pasos han cruzado por la plaza del Rollo. Allí, se ha podido sentir la emoción de los abulenses ante la única procesión de Semana Santa que parte de un bario de la ciudad.