Todo ello es el germen de la exposición de Lía Gómez, que realiza un recorrido gráfico por el concepto de “contrapublicidad”, que es la reacción en contra del abuso de imágenes publicitarias en diversos entornos, aprovechando las circunstancias para dar una respuesta comunicativa a la publicidad y aportar contenido social a un espacio privatizado, con mensajes reivindicativos sociales o políticos, a través de diversas formas de arte urbano.

La muestra destaca la importancia de esta forma de analizar los mensajes que lanzan los medios de comunicación o Internet, especialmente, entre los más jóvenes. 

“A través del estudio de anuncios de prensa y spots, podemos detectar las estrategias de persuasión que las marcas utilizan para empujarnos a un consumismo desmedido o a alcanzar unos cánones de belleza estipulados. La contrapublicidad consiste en aprender a utilizar el lenguaje publicitario para impulsar la reflexión personal, el pensamiento crítico y el consumo responsable”, se ha subrayado con motivo de la muestra.