Quienes padecen esta enfermedad es una población “especialmente vulnerable, como hemos visto claramente en la pandemia”, puesto que “tenemos que acudir varias veces a la semana al hospital”, además de que “nos preocupa mucho la situación en lugares en Guerra como Ucrania, y en Turquía y Siria, donde han sufrido terremotos, de cómo pueden acceder a tratamientos renales”.

Belmar ha advertido el aumento de enfermos renales por el envejecimiento de la población, de lo que da muestra que la unidad de diálisis del Hospital de Sonsoles está trabajando al 116%. “Necesitamos más recursos humanos y materiales para que toda la población abulense pueda tener acceso a una terapia renal de calidad”, ha manifestado.

En la actualidad hay cerca de 90 pacientes en tratamiento de diálisis en Ávila, “pero desgraciadamente no todos ellos pueden recibir un riñón porque sus condiciones físicas no lo permiten”.

Este año se han incorporado 18 pacientes más a la unidad de diálisis hospitalaria y cinco más a la diálisis peritoneal o hemodiálisis domiciliaria, “lo cual indica que nuestros riñones están fallando más y por eso necesitamos más atención".