"Los magistrados y jueces recurrimos al fraude de la ley laboral para sortear un problema que, por pereza colectiva, no queremos afrontar: el de la sobrecarga de juzgados y tribunales, desconocido por la sociedad española", ha lamentado en su perfil de Twitter, Tomás Sánchez Puente, el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Ávila.

También reconoce que, con su acusación, Concepción puede plantear contra él una querella por injurias "con probabilidad de ganarla" porque fue una conversación telefónica.

En un largo hilo de mensajes en la red social, donde ofrece detalles de su trabajo en el día a día y las demoras que acumula, señala que se ha decidido a sacar estos "trapos sucios" porque con un "rendimiento acreditado del 180%” en su juzgado no sabe "dar más de sí para solventar el problema".

Al respecto, habla, por ejemplo, de que tiene en su juzgado "casi 50 sentencias civiles con más de un año de retraso y otras 40 con menos de un año; las ejecuciones hipotecarias empantanadas; y algunos procesos de violencia de género con retrasos preocupantes".