La historia de este vestigio del trabajo alfarero de los siglos XV y XVI en la capital abulense ha estado unida a un desencuentro entre la Junta y el Ayuntamiento.

El edificio que ha permanecido desde hace años albergando los hornos y listo para su apertura parece que era el motivo del problema: la Junta quería cederlo y el Consistorio no. Pasó a manos municipales “hace tiempo”, según el regidor.

Incluso el cartel que se instaló anunciando el centro de interpretación que nunca abrió ha sido cambiado por otro para su apertura.

Para un edificio
Pero los problemas se remontan a mucho antes de 2007, porque los restos fueron hallados en 1995 en la excavación previa para  levantar un edificio. Tras pasar la parcela al Consistorio, los hornos estuvieron años tapados con un plástico hasta que se acometió un proyecto que sufrió sucesivas paralizaciones o, mejor dicho, algunos tiempos de trabajo en todo el devenir temporal.

Miguel Ángel García Nieto afirmó que el recinto “llevaba mucho tiempo cerrado por una serie de vicisitudes, tanto de la obra como de la apertura. Y añadió: “aquí estamos ante la incredulidad de algunos”.

Tras destacar que el lugar, situado casi enfrente de la entrada accesible a la muralla, será “una parada obligada en el recorrido turístico”, alabó la colaboración con la Junta, justo el motivo que ha obligado a no abrir la puerta durante más de un lustro. Nunca mejor dicho, porque se llegó a preguntar quién tenía las llaves del recinto, si la Junta o el Ayuntamiento.

“Conviene decir que cada vez que dos instituciones se unen para hacer un proyecto se va más deprisa y se avanza, y se ponen los recursos al servicio de los ciudadanos”, afirmó el alcalde.

Habló de la recuperación del patrimonio: “y van dos esta semana”, apuntó respecto a la inauguración del Palacio de los Superunda, si bien las visitas estarán reservadas a estudiantes y colectivos, porque no abrirán al público hasta 2014.

Algunas dificultades
El director general de Patrimonio, Enrique Saiz, se refirió el retraso como “algunas dificultades”, a la vez que también destacó la “concertación institucional” entre administraciones que piden los ciudadanos.

También ha recordado que el solar era para un edificio de viviendas, cuya propiedad pasó a ser pública gracias a la medición del Consistorio, ejemplo de “poder compatibilizar patrimonio y desarrollo, dentro de una estrategia regional en la que Ávila está siendo muy protagonista”.

Saiz ha destacado el lugar como parte de “una constelación de puntos visibles”, que si bien “no son emblemáticos” forman parte de la “idiosincrasia” de la ciudad y sirven para “descubrir el alma” de ella.

Por último, felicitó a los ciudadanos por esta “borrachera -si se me permite- de nuevos hitos culturales que están acaeciendo en la ciudad”.

En peseta
Un ejemplo del retraso acumulado es una noticia del año 2001. Entonces la Consejería de Educación y Cultura -así se denominaba entonces- preparaba el proyecto, que iba suponer aumentar el presupuesto inicial, de 18,5 millones de pesetas.

Las obras se habían reanudado tras dos paralizaciones achacables a “problemas burocráticos” al ser necesario transferir una partida presupuestaria de una a otra anualidad.

Los trabajos de acondicionamiento, que iban a durar cinco meses, ya se habían parado en dos ocasiones en año y medio. Era en 2001, hace 12 años y seis desde su aparición. Ahora se cumplen 18.

GALERÍA DE IMÁGENES DE LOS HORNOS POSTMEDIEVALES.