Según el concejal Miguel Encinar, en la Comisión de Urbanismo y Medio Ambiente, poco después de su colocación, viendo ya "deficiencias evidentes", se interesó por la recepción del mural el pasado mes de junio, señalando que, a simple vista, se apreciaban "los desperfectos en la pintura". Por ello, pidieron que fueran subsanados.

Sin embargo, señala que los responsables municipales indicaron que "la obra todavía no había sido recepcionada y estaba pendiente de modificación del proyecto". Respecto a los desperfectos, indicaron que se producen en los muros sobre los que se actúa, que son de propiedad particular y los murales "solo son una lámina que se pega sobre el muro sin afectarle”. 
  

Con el sucesivo deterioro del paso del tiempo, dando una imagen "pésima" de la zona, los populares volvieron a exponer el asunto en la Junta de Gobierno Local del 27 de octubre, “sin que tampoco el equipo de Gobierno saliera de su habitual pasividad y dejadez", limitándose a "tomar nota" el presidente de la Comisión de Cultura.

 
  
Dos meses después, el 29 de diciembre, el PP advirtió que el mural estaba "muy deteriorado, sucio, despegado y descascarillado por varios sitios y, puesto que estará en garantía", los populares solicitaron que la empresa encargada de su colocación "realice una reparación”.  "¿Lo arreglarán al menos en campaña electoral?”, se ha preguntado el concejal del PP.