Los hechos se produjeron a primera hora del día de Reyes, cuando el regidor escuchó un estruendo en torno a las 6 horas de la mañana en su casa de la capital. Aunque inicialmente no sospechó de lo que podía tratarse, poco después descubrió hasta tres impactos de perdigones en una de las ventanas de su vivienda.

Así lo confirmó la primera inspección ocular de la Policía Nacional, a cuya Comisaría se dirigió ese mismo día para poner en conocimiento de los agentes lo sucedido, al igual que posteriormente hizo en la comandancia de la Guardia Civil de Ávila, tras confirmar que en su otra casa de Blascoeles se habían producido unos hechos similares, pero con ocho impactos de perdigones.

El regidor, que prefiere dejar en manos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional la investigación de lo sucedido, tiene sospechas de quién puede estar detrás de estos hechos, aunque no quiere comentar nada al respecto.

Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía han señalado que "todas las líneas de investigación están abiertas", por lo que no se descarta que pueda tratarse desde un posible delito de odio, hasta cuestiones laborales o cualquier otra motivación relacionada con el cargo que el alcalde ostenta desde hace 16 años.

En este sentido, el alcalde ha reconocido que en los últimos años ha vivido más tensión y afirma haber recibido algunas amenazas.