Los trastornos de conducta alimentaria más conocidos son la bulimia y la anorexia, sin embargo, también existen otro tipo de problemas alimentarios como “el atracón”, que se caracteriza por consumir grandes cantidades de comida por un sentimiento, normalmente negativo.

Son muchas las personas que recurren a la comida según sus emociones. “Cuando estás triste o nervioso hay quién se le cierra el estómago, pero también hay quién come más”, ha afirmado Judith Bragado, presidenta de la Asociación de Comedores Compulsivos Anónimos de Ávila (ACCAÁvila), que reconoce que ella es comedora compulsiva y, por esta razón, ha decidido crear esta asociación que pretende ayudar a personas en su misma situación.

A nivel nacional ya existe una asociación de comedores compulsivos anónimos, sin embargo, la entidad abulense, que arrancará en los primeros meses del año, pretende ser algo diferente: “Ellos trabajan de forma parecida a Alcohólicos Anónimos, donde no existe ningún sanitario y solamente funciona el apoyo a las personas que tienen este problema alimenticio. Yo he querido montar un equipo multidisciplinar con el apoyo puntual de médicos, enfermeras y psicólogos”, explica.

Objetivos

El objetivo es que aquellas personas interesadas en el proyecto puedan reunirse con este equipo multidisciplinar con “cierta frecuencia” y con el apoyo externo y “voluntario” de profesionales sanitarios. Entre las actividades que ACCAÁvila va a desarrollar se encuentran grupos de trabajo de empatía, charlas, terapias, mindfulness o, incluso, risoterapia.

“Me lancé a crear esta asociación porque a mí me gusta mucho el mundo de lo social y observaba a otras entidades como ayudaban a través de la empatía a personas con problemas como en Alcohólicos Anónimos. Me interesé en cómo funcionaban con la intención de ayudar unos a otros”, asegura.

ACCAÁvila ya está registrada en la Junta de Castilla y León, sin embargo, todavía tiene que dar sus últimas pinceladas para presentarse en sociedad. Un estreno que prevén que se celebre en las próximas semanas.

Una aproximación

Por el momento, la asociación ha celebrado una primera reunión, que ha tenido lugar en la sede de Amnistía Internacional, dónde se han marcado unas líneas de trabajo y objetivos. “Quería reunirme con las personas que yo quería que participaran y comentarlas el proyecto. Les ha gustado mucho la idea y el siguiente paso es presentar la asociación en sociedad”, confiesa Bragado.

Para la presidenta, la sociedad abulense necesitaba una asociación de estas características porque “existen muchas personas adictas a la comida”, aunque muchas no lo reconocen porque hasta “algunos profesionales aseguran que no hay evidencias de que existan los comedores compulsivos”. Un hecho que “no ayuda” a aquellas personas que padecen esta patología: “creo que va a interesar a mucha gente”.

ACCAÁvila ya ha solicitado al Ayuntamiento de Ávila un espacio para poder desarrollar sus actividades, terapias y charlas porque por el momento no tienen un punto de encuentro para poder realizar estas reuniones.

Además, a medida que vaya evolucionando la asociación quieren realizar convenios para poder ayudar al mayor número de personas posible. Y es que, en un primer momento, esta entidad tratará de dar solo una ayuda emocional con el consejo de los profesionales que la integran, pero no pueden derivar a expertos para aquellas personas que tengan problemas mayores de salud debido al consumo excesivo de alimentos. “Estamos completamente verdes”, señala la presidenta de la asociación, que espera ayudar al mayor número de personas en Ávila.