El organismo de cuenca ha realizado labores de restauración en los ríos Berrocalejo; Voltoya; Aravalle; Tormes; Ulaque; Arevalillo; Trabancos; Garganta del Endrinal; Adaja; Corneja; Margañán; Garganta de Bohoyo; Garganta de los Caballeros; Garganta del Horcajo; Garganta de las Caceras y Garganta de Galín Gómez. Todos ellos discurren por medio centenar de 50 municipios abulenses.

Los trabajos han consistido en la eliminación de tapones, el desbroce de vegetación, la eliminación de árboles con peligro de caídas y el acondicionamiento de los márgenes. 

Entre las actuaciones realizadas, figuran acciones de emergencia en los cauces afectados por el incendio forestal de La Paramera, que en agosto de 2021 arrasó algo más de 22.000 hectáreas, convirtiéndose en uno de los más extensos de las últimas cuatro décadas. En ese caso, se ejecutaron albarradas de madera, fajinas y diques de contención, al tiempo que se eliminaron algunas retenciones producidas en los cauces por arrastres de madera y arbolado quemado. 

Respecto al mantenimiento y mejora de las condiciones hidrológicas de cauces, la CHD también ha trabajado en más de una decena de arroyos: Berrocal de Duza; Caballeruelo; Merdero; De los Tajos; Arroyuelos; la Vega; las Aloberas; las Gregorias; de la Arroyada; Valdenegro y Prado Cimero.

Estas intervenciones se enmarcan dentro de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, que trata de "conservar y mantener el estado actual de los ríos, evitando un mayor deterioro de los mismos", para lo que se establece "la necesidad de realizar pequeñas actuaciones que conserven y mejoren el estado de los cauces, evitando así posibles daños por inundaciones".

Este proceso requiere la eliminación, reducción o mitigación de las presiones que alteran a los ríos y los desvían de su estado natural.