El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que el IPC ha descendido en el conjunto de España durante el mes de noviembre hasta situarse en el 6,8%, la tasa más baja de la Zona Euro.

En Castilla y León, la segunda comunidad más inflacionista del país, con el 7,8%, solo superada por Castilla-La Mancha, con el 8,1%, los precios descendieron tres décimas el mes pasado, dejando la tasa un punto por encima de la media española.

Pese al descenso de cinco décimas, la provincia de Ávila es la segunda de Castilla y León con peor IPC, ya que con el 8,4%, solo es superada por León, que escala hasta el 8,9% anual.

Bajada de costes

Tras estos datos, CEOE Ávila destaca la "deseada tendencia de descenso en el IPC" del mes pasado, con el objetivo de "evitar fluctuaciones e incrementos fijos de las empresas". Y ello, pese a "seguir con un IPC en la provincia que es superior en términos interanuales a los de la Comunidad y el país". 

Según la patronal, el descenso de los precios se debe fundamentalmente a "la bajada de costes relacionados con la vivienda, la energía, los alimentos y las bebidas, entre otros".

"Con esta inflación, se observan señales de desaceleración de la economía, que están influyendo en que siga moderándose ese indicador en los últimos meses, debido a la presión que se viene ejerciendo en general sobre los precios. Presión que se está generalizando y trasladando a un mayor número de bienes y servicios", ha explicado la patronal abulense.

Asimismo, considera "preciso que esta tendencia en el IPC siga manteniéndose, incluso con descensos más pronunciados, hasta conseguir unos índices más bajos y más regulares, que no provoquen fluctuaciones ni incrementos en los costes fijos de las empresas, ya que, si fuera así, perjudicaría a su competitividad".

"Una inflación controlada permitiría el descenso de los tipos de interés, algo absolutamente necesario para evitar indeseadas recesiones económicas", ha concluido la patronal abulense.