“En la actual mala situación económica hemos dedicado el belén a Artabán como homenaje a asociaciones y personas que están haciendo aportaciones para ayudar a otra gente, que es lo que hizo el cuarto rey mago”, ha explicado el belenista Borja Nieto, que desde hace más de una década instala el nacimiento de la mano del Patronato de Nuestra Señora de la Misericordia.

Cuenta la leyenda del teólogo Heney Van Dyke  en el siglo XIX que Artabán “quiso obsequiar al recién nacido con diamantes, jades y rubíes, pero los infortunios le impidieron llegar hasta donde estaba el hijo de Dios”. “Antes de llegar a Borsippa, tropezó con un hombre que había sido robado y golpeado, y sin dudarlo bajó de su caballo a brindarle ayuda a e incluso le obsequió un diamante”, ha relatado.

Siguió su camino hasta el punto donde se encontraría con Melchor, Gaspar y Baltasar “pero no encontró a nadie, únicamente le dejaron una nota avisando que no podían esperar más y que habían emprendido ya el viaje”. Y “fue ayudando a gente, perdió la pista y nunca logró a llegar”, ha explicado, por eso ha representado a Artabán entregando un diamante a un niño.

El belén de San Martín “sigue siendo un estilo hebreo con varios toques de estilo napolitano como en los puestecillos que figuran en la instalación” cuenta Nieto, quien en esta ocasión ha querido que cada uno de los cuatro lados de la instalación muestra “una escena con diferentes perspectivas”.

El nacimiento, que añade nuevas figuras y dos nuevas construcciones, abrió sus puertas el sábado y podrá verse hasta el 4 de enero (de lunes a viernes de 18,30 a 20 horas, sábados y domingos de 12 a 14 y de 18,30 a 20 horas, y 25 de diciembre y 1 de enero solo por la tarde). Los visitantes que hagan un donativo participarán en el sorteo de un misterio.