Como si se trataran de los guardias galeses de Inglaterra, dos cascanueces encabezan la puerta del mercado navideño de Ávila, que en este año cambia de ubicación respecto a otros y se instala en el paseo del Rastro, junto a la puerta del Alcázar, si bien en la plaza del Mercado Chico también hay varios puestos.

Esta nueva ubicación no supone un inconveniente para los establecimientos porque el paseo del Rastro es un espacio “donde pasa mucho público” y esperan que los abulenses y visitantes “respondan”. “Tenemos buenas expectativas porque Ávila es una capital de provincia y se supone que el tema del comercio estará muy activo”, afirmaba Yanina de Armas, que viene al mercado navideño de Ávila “por primera vez” desde su obrador de Lugo. En su puesto cuenta con pan artesano, empanadas, tartas, donuts gigantes y rosquillas de anís.

Los asistentes al mercado navideño también podrán comprar los productos de David Martín, de embutidos Marsan, que desde Jaraíz de la Vera (Cáceres) ha vuelto por segundo año consecutivo a Ávila para traer sus embutidos y quesos.

“Tenemos todo tipo de quesos de oveja, concretamente, este año traemos quesos afinados de Castilla y León y quesos de cabra de Jaraíz de la Vera. También elaboramos nosotros embutidos, lomos, jamones y todo lo basado en el cerdo ibérico”, ha señalado.

Además del pan artesanal y los embutidos de Martín, el mercado navideño cuenta con varios puestos dedicados a los juguetes, bisutería y jarrones, que pueden entrar en la lista de regalos navideños. Y para aquellos que el frío les pille por sorpresa, también hay varios puestos que ofrecen a los asistentes gorros, bufandas y abrigos de diferentes clases.