La oferta económica de esta empresa “no ha sido la mejor”, porque se ha valorado más “la calidad del servicio”, ha respondido en las Cortes al procurador de Por Ávila, Pedro Pascual. 

Lucas ha manifestado que los comedores “cuentan con todos los controles de calidad, con todas las garantías higiénico-sanitarias y con todas las condiciones sanitarias”. 

Tras la solicitud de rescisión del contrato a Serunión por parte de asociaciones de madres y padres ante la aparición de larvas en un plato en el Hospital de León a cargo de la misma empresa, ha señalado que las familias “tienen la posibilidad de presentar quejas y sugerencias a través de la aplicación de comedores”, a la que tiene acceso la empresa concesionaria y la Consejería de Educación.

También ha apuntado que existen “controles y encuestas” sobre el servicio, que se encuentra tutelado por la Comisión Provincial de Comedores Escolares, que en Ávila se reúne el miércoles.

Tranquilidad

“Puede estar plenamente tranquilo”, ha respondido Lucas a Pascual, “porque desde la Junta de Castilla y León vamos a poner todas las medidas que sean necesarias para que la comida en los comedores escolares sea de buena calidad”. Ha solicitado “tranquilidad a las familias” por el seguimiento y la vigilancia que se hace, y ha mostrado “el compromiso con la calidad de alimentación de nuestros alumnos”.

La contratación se ha efectuado con criterios técnicos y administrativos de acuerdo a unas condiciones que son públicas y reguladas por ley, según la consejera, que ha subrayado que si la calidad debe contar en un 51% para la adjudicación, en este caso “ha tenido un peso del 57%”. 

Serunión es la empresa que logró la mejor puntuación y no puede rescindirse el contrato, puesto que “actuaríamos contrarios a derecho”, ha asegurado, apuntando que no puede tenerse en cuenta la sanción impuesta a la compañía hace ocho años por problemas en la comida servida en comedores de León y Segovia en 2014 y 2015.