La novela, que será presentada el jueves en la Librería Letras (19,30 horas), relata en sus 228 páginas y 37 capítulos breves la vida de un ermitaño cuya soledad resulta imposible. El protagonista vive en un lugar y tiempo indeterminados.
Pérez Antolín dice llevar “desde hace años” gestando esta novela que acaba de ver la luz porque necesitaba “contar una historia extensa”, para la cual necesitaba “partir de una idea de arranque sugerente y novedosa”. “Cuando la idea llegó, no dudé ponerme manos a la obra”, asegura el autor.
No obstante, reconoce el “reto complicado” que suponía el hecho de partir de “un único personaje principal”, pese a que también le daba “la oportunidad de experimentar con nuevos registros narrativos”, adentrándose en “la innovación creativa, sin dar la espalda, eso sí, a la literatura clásica española”.
“La única forma de hacer esto fue colocar al personaje principal en una atemporalidad en la que lo contemporáneo y lo arcaico se mezclan”, ha señalado Pérez Antolín, quien señala que el resultado de este trabajo ha sido una novela en la que “se mezclan lo cervantino y lo vanguardista, con momentos tanto reflexivos, como humorísticos, que potencian una acción que salta de la realidad a la fantasía”.
Para contar esta historia, el autor emplea diferentes subgéneros y técnicas, priorizando “los aspectos formales, pues un personaje atemporal obliga a pasar premeditadamente de lo arcaizante a lo contemporáneo, sin solución de continuidad”.
Rural
El ámbito geográfico de la novela es “marcadamente rural” y el planteamiento general de la obra “tiende hacia lo fronterizo”, teniendo en cuenta que “se intercalan la realidad y la fantasía, la acción y la reflexión, la poesía y la aventura”, sin que en algunos capítulos falten el humor y la ironía.
Pérez Antolín considera que se trata de una novela que destaca por “la creatividad del lenguaje”, empleando para ello un estilo “experimental, poético y meticuloso”, mezclando “humor, fantasía, introspección, aventura y crítica social”.
Se trata de “la imposible soledad de un ermitaño” que se encuentra “frente al mundo, asumiendo sus defectos y sus virtudes: el destino trágico, cómico o heroico de la existencia”.
“Como un Quijote exiliado, la nobleza de las causas del protagonista y la pureza de su pensamiento chocan con las oscuridades del ser humano social, entresacadas por contraste hasta dejarlas desnudas al aire”, concluye el autor.
Benaventino | Domingo, 20 de Noviembre de 2022 a las 17:48:10 horas
Parece que había pocos frikis.
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