Del Viernes, 31 de Octubre de 2025 al Domingo, 02 de Noviembre de 2025
Comandancia de la Guardia Civil de Ávila.Después de la desaparición de Juana Canal hace 19 años y el reciente hallazgo de huesos en el término municipal de Navalacruz, el hombre que fue su pareja ha sido detenido.
La Guardia Civil y la Policía Nacional lo detuvieron este miércoles, y tienen previsto su traslado a la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila, desde donde será trasladado al paraje de Navalacruz donde se hallaron los restos óseos, que presumiblemente pertenecen a un fémur y la cadera de la mujer, vecina de Ciudad Lineal (Madrid).
La mujer desapareció en febrero de 2003, y no se volvió a saber más de ella hasta la aparición del cráneo en Navalacruz en 2019. En esta localidad el hombre tiene vínculos familiares.
La instrucción del caso corre a cargo del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Ávila, que ha decretado el secreto de las diligencias.
Tras llegar esposado esposado a la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila, el detenido fue trasladado hasta el paraje de Navalacruz donde se han encontrado varios restos de Juana Canal, primero en 2019 y después la semana pasada, durante los nuevos registros efectuados por efectivos de ambos cuerpos.
En medio de un gran despliegue de medios y de fuerzas de seguridad, el detenido, J.P.R., ha descendido también esposado del vehículo que lo ha trasladado hasta la zona, sin que por el momento hayan trascendido más detalles de este caso.
Detención en Torrejón
La detención de J.P.R. se ha producido en la mañana de este miércoles en las cercanías de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.
Tras la desaparición de Juana Canal en el distrito de Ciudad Lineal de la capital en 2003, en 2019 se encontraron en este paraje de Navalacruz restos de la víctima, un fémur y el cráneo, a los que la semana pasada se sumaron otro fémur y un hueso de cadera, previsiblemente también de la mujer.
En el momento de su desaparición, Juana Canal tenía 38 años, dos hijos y estaba divorciada, aunque tenía una nueva pareja.
En febrero de 2003 uno de los hijos de Juana encontró en el piso familiar una carta en la que la pareja de su madre, el ahora detenido, le decía que ella se había marchado después de una "discusión" y de haber ingerido muchas "pastillas".
La familia no volvió a saber nada de ella hasta finales del pasado mes de junio, cuando a través de la asociación SOS Desaparecidos la Policía Nacional le comunicó que unos restos óseos hallados por un senderista en Ávila en 2019 pertenecían a la desaparecida.
La coincidencia entre los restos encontrados y el ADN de Juana se conoció policialmente a los pocos meses, pero nadie dio traslado de ese resultado a sus familiares hasta más de dos años después, según explicó a EFE el entorno de la mujer.





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