“Es la provincia de Castilla y León que más ataques a la ganadería de vacuno extensivo ha sufrido en el último año, lo que es una constante de hace mucho tiempo”, ha manifestado el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández.
Los ataques tienen “efectos económicos”, pero también “tienen un efecto social y emocional”, según ha asegurado.
Organizaciones agrarias y alcaldes “nos hacen saber de la impotencia que se siente ante este desequilibrio que existe entre la presencia masiva de manadas de lobo y nuestra ganadería extensiva, absolutamente indefensa a pesar de las medidas que, a todas luces, resultan insuficientes”, como la “financiación de mastines y los vallados perimetrales”.
Según el delegado de la Junta, “el Gobierno de España, lejos de establecer una relación en esa protección del lobo ibérico al sur del Duero, la ha incrementado al norte, considerándolo allí especie protegida”, lo que ha provocado un aumento de la población del lobo y de los ataques, lo que lleva consigo que hayan crecido las indemnizaciones que tiene que pagar la Junta.
Situación insostenible
“La situación no puede seguir así, es injusta e insostenible”, porque afecta al “bienestar de los ciudadanos, vecinos y los ganaderos”, ha señalado el delegado territorial, quien ha destacado que “es difícil tener un censo porque el lobo es una especie que se desplaza a mucha velocidad, a muchos kilómetros diarios”. “Hemos observado, a través de la patrulla del lobo, que tenemos un incremento, pero no podemos concretar el número”, ha dicho, teniendo en cuenta que se ha favorecido porque ya no se puede cazar al norte del Duero.
“No creo que nadie, ni el ministerio ni la ministra, puedan mantener que es una situación equilibrada”, ha lamentado, indicando que 60 ayuntamientos de la provincia se han dirigido a la Junta para quejarse de la situación.
Como portavoz de los alcaldes ha hablado la regidora de Zapardiel de la Ribera y procuradora del PP, María Ángeles Prieto, “la presión que están sufriendo los ganaderos por los ataques de lobo es insostenible e inaceptable”.
“Que tenemos que coexistir con el lobo y que tiene que ser una especie protegida. Hasta ahí estamos de acuerdo, pero me pregunto ¿quién protege a los ganaderos?, que también son una especie en extinción, como el medio rural”.
“No es una cuestión económica y de ayudas, es una cuestión sentimental”, ha asegurado. “Un ganadero cuida a sus animales con todo el cariño que puede, y cuando el lobo mata a un becerro, eso le produce un desasosiego y una desesperanza que hace que la gente esté pensando en abandonar su actividad y marcharse a las ciudades. Luego nos quejaremos”, ha lamentado.
Domingo Malzoni | Lunes, 03 de Octubre de 2022 a las 21:28:54 horas
Bueno, bueno, desde mis derechos a la libertad de opinión amparado por una ley, y desde mi "ignorancia" al tema del lobo y los ganaderos quien se merecen todo mi respeto.
Pero mi opinión estará fundado el los argumentos de la nota y de acuerdo al comentario de Julio Collado, primero: si el lobo ES UNA ESPECIE PROTEGIDA, YO creo que protegerlo seria que no vivan MUERTOS DE HAMBRES, mientras los alcaldes piden ABATIR AL LOBO algo que lo dificulta el Ministerio de Transición Ecológica, y desde mi punto de vista todo el granadero afectado cobra sus perdidas en tiempo y forma sin demoras, mientras políticamente nadie alza la voz proponiendo un SISTEMA de PROPORCIONARLE ALIMENTO AL LOBO en puntos neutros y responsable invirtiendo y se valoraría el bla, bla,bla, de ESPECIE PROTEGIDA, "es mi opinión",
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