El sexo telefónico, o lo que es lo mismo, las llamadas a líneas eróticas, no es nada nuevo. En España aparecieron en revistas eróticas hace ya más de 30 años, puesto que en las sociedades modernas el sexo se ha posicionado como una necesidad social y uno de los negocios más lucrativos.

“Siempre ha tenido y tendrá su público”, apuntan desde polvazotelefonico.com, web líder en servicios de línea erótica, y ello se ha puesto de manifiesto con la pandemia Covid-19, momento en el que este sector alcanzó récords históricos.

¿Por qué llamar a una línea erótica?

Según psicólogos, existen diversas razones y estas difieren según el sexo. Las mujeres, por ejemplo, suelen llamar para conseguir placeres que no les han sido dados. Como es habitual, la mujer ha sido siempre objeto de deseo, pero (aunque afortunadamente la situación está cambiando) muchas veces no es ella quién lleva las riendas de la relación íntima, y en muchas ocasiones se siente avergonzada de pedir lo que realmente quiere en la cama. Sin embargo, el sexo telefónico le ofrece la libertad de exigir y escuchar que le hagan lo que verdaderamente desea, sin tabús. Además, las llamadas calientes de clientas femeninas, por lo general, suelen ser más largas, ya que a menudo incluyen una conversación previa con el operador erótico.

En el caso de los hombres, las llamadas eróticas son más cortas y están orientadas a alcanzar el clímax, el orgasmo a través de la paja por teléfono; por ello, una vez se produce la eyaculación, suelen colgar de forma apresurada. Resulta curioso que algunos hombres o mujeres, aun teniendo parejas estables, sean usuarios de las líneas eróticas.

¿Por qué los hombres casados llaman a un teléfono erótico?

En muchos casos, se debe a la necesidad de fantasear o de compartir experiencias sexuales que ni siquiera sus propias parejas conocen. Cuando solicitamos sexo telefónico en una línea erótica sabemos que nos va a atender un desconocido, y ello libera nuestra mente y abre un espacio a nuestra imaginación más libidinosa.

El anonimato nos hace más libres a la hora de expresar nuestro deseo y legitima que podamos sonar más “sucios” o solicitar acciones más pervertidas. Todo lo que, quizá, no seríamos capaces de pedir a nuestra propia pareja. La distancia que comporta la llamada nos excita por el mero hecho de hablar con un interlocutor experto en sexo. Pero al margen de la excitación y el placer, hay ocasiones donde lo que se busca es escuchar una voz al otro lado, alguien con quien tener esa ansiada intimidad y conectar.

¿Quién está detrás de un número erótico?

Hablamos tanto de hombres como de mujeres de toda condición sexual… cualquiera que busque sexo telefónico o simplemente, una conversación caliente

Las llamadas eróticas también llenan de alguna manera ese vacío existencial de muchas personas altamente introvertidas o que, por motivos de salud, padecen alguna disfunción en el ámbito sexual.

Algo que les impide encontrar pareja o que esta les satisfaga debidamente en la cama. Es por todo ello que podemos concluir que el sexo telefónico es más complejo de lo que  parece a priori, ya que las razones por las que una persona lo consume pueden ser de índole muy diversa. Y totalmente respetables, sobre todo en las sociedades que, afortunadamente, avanzan para ser más abiertas y plurales con respecto al sexo, sea físico o a través de una voz al teléfono.